¿Un buen tipo de persona? ¿Qué tipo de persona eres? ¿Eres una persona muy valiosa? Te dejo algunas reflexiones...
- Las personas prefieren ver a alguien que sonríe, no quien pone la peor cara en todo momento.
- Las personas prefieren saludar a alguien con capacidad, no que se rinde a la menor de cambio.
- Las personas prefieren escuchar a quien cuenta historias divertidas, aunque hayan pasado por fracasos estrepitosos. No a quien sólo cuenta sus quejas.
- Las personas prefieren saborear platos recomendados por personas con cariño, no esperar lentamente a que pase el tiempo sin escuchar ninguna idea.
- Las personas prefieren una caricia en el momento más inesperado, y no que miren al suelo y eviten el contacto.
- Las personas prefieren de emocionarse e incluso llorar en algún momento excepcional, no en aburrirse viendo pasar el viento.
Todos somos personas y todos preferimos lo bueno, ¿a qué esperas para dar lo mejor de ti?
Una reflexión para ver cómo te manipulan con algunas limitaciones de la estadística
Una nota muy valiosa! para que recordemos que debemos disfrutar cada segundo de nuestra vida y dar al mismo tiempo lo mejor de nosotros: una actitud acorde a la vida que deseamos tener
Rosa, muchas gracias por el comentario… ¡y a disfrutar la vida! 😀
Deberíamos intentar que no nos falte nunca la alegría en la vida, aunque no nos sobren razones, incluso a veces nos falten, aunque sepamos que el día va a ser duro, a veces insufrible, aunque no hayamos encontrado la respuesta, pudiera ser que no nos hicimos bien la pregunta, aunque no encontremos la solución, quizá es que todavía no la tiene y hay que seguir esperando, aunque el día sea oscuro, frío y gris y solo invite a quedarse en casa, un café en un bar con un amigo es un gran momento de calidez, aunque nos digamos tantos quiero pero no puedo, siempre habrá algo que te alegre el día o al menos que te haga más llevadera la carga.
Yo me lavanto antes de amanecer todos los días del año, es una mezcla entre insomnio, costumbre y quizá manía, me gusta ver amanecer tomando mi primer café, y una de las primeras cosas que vienen a mi mente es la suerte que tengo de despertarme y tirarme de la cama con mi propio pie, ser autónoma para hacerme ése café y sentarme al ordenador a contestar a mis amigos, escribir otra vez más a nadie para contarle cómo me siento, terminar de leer el capítulo del libro que dejé por la noche cuando me atacó el sueño, o adelantar trabajo para no ir tan pillada de tiempo.
Pienso en la suerte que tengo de tener a mi familia sana, de tener siempre un amigo/a para echarnos unas risas, de tener ganas de hacer cosas.
Pienso tambien en la suerte que tengo de poder ver salir el sol un día más desde mi ventana, de vivir en una casa con lo suficiente para sentirme cómoda, sentir que es mi casa y que cuando esté fuera y cansada disfrutaré de pensar en vovler a ella. Y pienso muchísimo en la suerte que tengo de tener personas a las que querer, por las que preocuparme, con las que discutir, por las que trabajar, con las que reirme, por las que luchar, sean o no de mi familia.
Siempre veo el vaso medio lleno aunque esté medio vacío, pero es la única forma de afrontar todo lo que nos viene dado sin habernos preguntado, es la única forma de afrontar los problemas que no podemos resolver y la única forma de mantener la ilusión en lo que hacemos y lo que sentimos.
Yo siempre he sido una persona alegre por naturaleza, pero creo que el vivir durante 20 años con una pareja exageradamente pesimista y depresiva, y ser amiga de varias personas que viven desde hace años atadas a una silla de ruedas por su enfermedad, y dependientes de cualquiera para poder llevar una vida medianamente normal, me han hecho ser alegre por obligación, por convicción y por devoción.
Se me olvidaba decir que, tengo días, como todos…
Paloma, muchas gracias por tu comentario. Es una maravillla que compartas tu optimismo con todos nosotros. ¡Eres un ejemplo!
Recibe un fuerte abrazo. Pedro
Gracias por darme la oportunidad de hablar en alto. Lo de ejemplo, ejemplo, yo creo que es demasiado, como dice mi hijo, ” alguién que se levanta a tus horas por placer no puede ser muy normal, a ti algo te falla….chavalita”. No sé que me repatea más, si dar la razón a un principio de hombre recién salidito de la aborrescencia ( algunas veces sufre recaídas, lo juro), o el tonito con sonrisa incluida de “chavalita….”.
Bromas aparte, tengo 3 amigos que sufren esclerósis múltiple, llevan años atados a una silla de ruedas. Solamente pensar que para algo tan necesario y tan íntimo como ir al baño, o llevar a cabo su aseo personal tienen que estar supeditados a otra persona, da igual quién sea, eso es lo de menos, y que ni siquiera esa parcela de intimidad pueden disfrutarla porque no pueden mantenerse en pie ellos solos, tiene que ser compartida, más bien diría que sacrificada por necesitar a otra persona, es suficiente para dar gracias cada uno a quién quiera, a Dios, al universo, a la vida…..es lo mismo pero, un enorme GRACIAS.
Paloma, también conozco a personas con esos problemas, y sé que es realmente duro. La vida muchas veces nos pone situaciones muy complicadas. Por eso es importante valorar lo que tenemos… nunca sabemos cuando nos puede faltar. Un abrazo enorme.
Viene muy ad hoc tu nota, pues precisamente ayer publiqué un comentario en este tenor en mi blog (inveniocoaching.blogspot.com/2011/10/prometo-sonreir.html). Coincido contigo: es mejor sonreír, es mejor darle a la vida nuestra mejor cara. Siempre será esa la mejor forma de salir adelante de cualquier obstáculo. Gracias por tu entusiasmo. Saludos desde Aguascalientes, México.
Eduardo Infante
Eduardo… ¡que mañana pases un lindo cumpleaños! Te mando un fuerte abrazo desde Europa.