Copiar es fácil y barato. Cualquier tonto lo sabe hacer, ya que no requiere demasiadas dotes de creatividad. Por si fuera poco, mucha gente copia con un descaro asombroso, porque sabe que las leyes son lentas a no poder más. Es triste que haya descarados que copien, pero siempre me parece más triste, que haya gente que defienda a ciegas a los que copian (en plan cacatúas sin sentido).
Con la marca de Autocoaching no paramos de encontrarnos desagradables experiencias que nos hacen dudas de la utilidad de proteger las creaciones. Hoy compartía una excelente conversación con un académico de la Real Academia de la Lengua Española. ¡Qué experiencia!, sí, sí, uno de estos que ocupan lo que denominan un asiento de la Academia. Debatimos la idoneidad de la marca Autocoaching.
No me ha sorprendido cuando desde su dilatada experiencia me comentaba: “en el tema de marcas, es muy importante la persona que la juzgue, porque todo es muy subjetivo”. Puedo entender que las leyes sean interpretables, pero es triste escuchar una y otra vez que parezcan tan elásticas. En nuestra experiencia, muchos profesionales ignorantes dicen… ¡es que Autocoaching es una palabra genérica! Bien, sería bueno que fueran al diccionario de la R.A.E., y buscarán cosas como Aspirina. ¿Es una palabra genérica? Bueno sí, aparece en el diccionario… ¡pero indican claramente que es una marca! Vamos, que por el hecho de aparecer en el diccionario, no deja de ser una marca. La palabra coaching no tiene todavía visos de aparecer. Sería “guía” la que parece candidata, aunque todo sea dicho, a mí me gusta más “acompañante”. No estando la palabra coaching por ningún lado, no entiendo por qué la gente sigue pensando que auto-coaching ya es del lenguaje común. Supongo que también se auto-convencen, se auto-hablan, y todo sea dicho, deberían intentar auto-suicidarse, para ver si nos ahorramos personas que no tengan ningún cuidado al lenguaje.
En fin, respetar una marca es sinónimo de respetar la innovación, y permitir a las personas que sigamos invirtiendo en crear cosas nuevas. No lo olvide, por favor. Muchas gracias.
Las marcas premium, que en su día hicieron grandes campañas publicitarias para dar a conocer sus productos, luchan hoy por volver a recuperar el prestigio y las altas cuotas de venta. Aspirina es sinónimo de pastilla para el dolor de cabeza, Dodot de pañal, me tomo un Colacao de marca blanca Carrefour y friego los platos con Mistol de la marca Fairy. Consiguieron primeros puestos pero también generalizar el nombre. Ahora defienden la calidad, la innovación… en definitiva su reputación. En el caso de Autocoaching veo que lleva el sentido contrario, de término”aparentemente” general se defiende el registro de marca. El trabajo de reconocimiento es el mismo y la carrera como una maratón, gana no solo el que llega hasta el final sino que además hay que ser el primero. No hay fórmula mágica. En caulquier caso, mucho ánimo para seguir adelante con el Autocoaching(R) y resto de labor formativa.
Patricia… ¡son seis años de maratón los que llevo para proteger toda la innovación que se ha realizado! Pero la gente copia… y copia… y copia.