Suena tan real como una fórmula matemática. Pero es una creencia que llevo digiriendo varios años y que me estoy replanteando en los últimos meses. Me ha llevado a superar muchos obstáculos, porque cuando algo malo va a ocurrir, entonces pienso aquello de… ¡todo tiene solución menos la muerte!
Aunque he observado que tiendo conscientemente a alejarme de todo aquello que me puede ocasionar la muerte, (es la pura defensa del cerebro reptiliano). Cuando uno se acerca a un barranco, simplemente evita acercarse al borde para no caerse.
Ahora bien, y aquí viene la reflexión, ¿y si nunca me hubiera arriesgado?, ¿y si nunca hubiera jugado con fuego?, ¿y si nunca hubiera hecho algo prohibido? Seguro que no me habría caído por ningún barranco, ¿pero habría tenido alguna gracia vivir una vida tan aburrida? ¿Habría tenido algo que contar a mis futuras generaciones? ¿Habría sido feliz?
Al final, siempre recuerdo a los clásicos, y es que la virtud consiste en saber dar con el término medio entre dos extremos (Aristóteles). Ni hacer el loco todo el día, ni llevar una vida alejada de cualquier emoción. ¿Cómo saber encontrar ese término medio? Ese es el gran secreto que tenemos que descubrir cada uno, pero siempre con una premisa fundamental: la vida es un regalo, y no saber disfrutarla, es mucho peor que estar muerto.
Hola Pedro, realmente, contra la muerte nada hay. Yo lo he vivido de cerca, y le antecedió una enfermedad larga y desgarradora, lejos de ser una experiencia negativa, que sin duda de forma objetiva lo fué, me ha acercado muchisimo al positivismo y a aprovechar cada minuto que la vida nos brinda. Esto es un viaje, hemos de hacer el recorrido lo mas agradablemente posible. No dejes de escribir.
Raquel, muchas gracias por tus palabras y muy agradecido si compartes el blog con tus amistades.
Hola pedro… Tanto tiempo.
Como siempre invitándonos a la conversación desde la perspectiva contraria a lo que quieres transmitir… Provocándonos y ayudándonos a “pisar el palito” como decimos en Chile.
Comparto solo en parte la opinión de que tener una vida infeliz sin poder disfrutarla podría ser en algunos casos peor que estar muerto, y es seguramente por ello que muchos prefieren quitarse la vida antes de seguir con ella en casos en que no pueden soportarla.
Sin embargo esta mirada tiene a mi juicio una trampa… ¿Que es disfrutar la vida? o dicho de otra forma, ¿porqué establecer un juicio tan tajante como decir que, quien no sabe disfrutar de la vida la pasará peor que, llegar y morirse?,
Hay tantos que viviendo una vida que a nuestro juicio pudiese ser miserable, pero ellos no están dispuestos a aceptar esa posibilidad. Es más… estoy seguro de que la mayoría de los seres humanos han estado en alguna situación en que an sentido que no han podido o sabido disfrutar de la vida.
Sin embargo, la mayoría, aún viviendo vidas que podrían parecer dificiles prefiere seguir en este mundo… La palabra que acompaña a esta actitud, es “esperánza”.
Y es en ese contexto que mi mirada invita a cuidar a quienes pudiesen estar en situaciones en que ese sentimiento pudiese estar agobiandolos, y por lo tanto, en lugar de decir que es “peor que estar muerto”, invitar a la posibilidad de que “puedo estar mejor con esperánza”.
Juan Carlos
Juan Carlos, muchas gracias por el comentario y la reflexión. Me viene a la cabeza invertir la idea y explorarla desde el otro sitio… ¿qué sentido tiene una vida en la que uno se queja todo el día y no se arma de valor para hacer nada? No sé… se me antoja gente tóxica
Un fuerte abrazo