¿Alguna vez te has preguntado cómo aplicar realmente los aprendizajes de la vida? Aquí te presento algunos ejemplos claros que demuestran cómo integro mis aprendizajes en mi vida diaria. Integrar mis aprendizajes me resulta fundamental para fortalecer mis relaciones fomentar un ambiente de amor y comprensión. A través de la comunicación abierta y el respeto mutuo, demuestro mis aprendizajes al escuchar activamente a mis amigos, y familiares e intento brindarles apoyo incondicional. Además, integro mis aprendizajes al enseñarles valores fundamentales como la honestidad, la empatía y la perseverancia.
Claro, tengo títulos como Ingeniero y MBA, incluso algunos me llaman 'súper coach', pero ¿sabes qué? Los diplomas en la pared no laten, lo que late es mi corazón, lleno de experiencias reales y emociones. Lo importante se aprende en la vida con las personas que te rodean. Tu corazón no late porque hayas leído muchos libros de texto, lo hace porque vibra con tus emociones, tanto las buenas como las malas. Ahora se habla mucho de la última guerra a la vuelta de la esquina, pero ahora te quiero compartir mis mayores aprendizajes en la vida:
- Respeto y Amor hacia los Padres. Tus padres te han traído al mundo, y por más errores que hayan cometido, les debes la vida. Aprende a respetarlos con el mayor amor del mundo y a educar a tus hijos sin repetir errores pasados. No justifiques tus malos actos y deja de echar la culpa por lo que hagan los demás.
- La Verdadera Valoración es Global: Presumir de dónde eres solo demuestra que no has viajado lo suficiente. La gente te valora de verdad por lo que haces, dejando a un lado tus palabras o tu lugar de nacimiento.
- La Potencia de la Verdad: decir la verdad cuesta, pero es la mayor satisfacción que se puede tener cuando te miran a los ojos. Hablar con criterio puede resultar complicado, así que recuerda que es mejor callarse que estar todo el día aparentando con tonterías.
- La Autenticidad es Liberadora: respira, toma aire, y no te dejes abatir por los demás, ya que eres el que mejor sabe lo que quieres en la vida. Esforzarse cuesta y es una alegría cada paso que das hacia tus sueños. No hace falta que te creas el cuento de “El Secreto” al pie de la letra, porque muchas veces te pasarán auténticas putadas simplemente para que aprendas.
- El Poder de la Gratitud y el Movimiento: bailar cuando se necesita es una terapia maravillosa. Agradece lo que te hace sentir tu cuerpo en todo momento, antes de que sea demasiado tarde.
- La Humildad en la Admiración: admirar a los demás, implica reflexionar sobre la envida y dejarla a un lado. No olvides que siempre habrá alguien de quien aprender, y el día que no lo haya, es que te has vuelto un engreído insoportable.
- La Sabiduría más allá de la Certificación: formarse como coach/psicólogo/counselor/mentor/… no es una garantía para saber lo que quieres en la vida, sólo es un argumento para decir que conoces la teoría. En el mercado faltan personas que se quieran a sí mismas y deseen ayudar de verdad (y es algo que demuestro cuando comparto una charla de motivación personal).
- Integridad sobre Intención: la insistencia en el error no hace buena la intención, así que no vengas presumiendo de que haces las cosas bien sólo porque las hiciste de buena fe. Acepta que te puedes equivocar, y debes aprender a pedir perdón tanto a ti como a los que te rodean, y a ¡perdonar los errores!
- La Responsabilidad de la Vida: no vives lo que atraes, sólo lo que tienes que aprender. Cuando lo aceptes verás que eres responsable de tu vida, tanto para lo bueno como para lo malo, y te dejarás de complicar la existencia con los libros de autoayuda.
- La Congruencia es Clave: La mejor receta para tener una vida sana es ser siempre una persona congruente: tienes que hacer las cosas que dices y decir lo que sientes y piensas.
Mis mayores aprendizajes fueron los que te he compartido. Son mis aprendizajes, y espero alguno te ayude a reflexionar un rato. Es mi reflexión personal.
¿Cuáles han sido tus mayores aprendizajes? Os leo en los comentarios.
Demuestro mis aprendizajes
No dejo indiferente. Mucha gente me tiene mucho cariño porque me consideran muy especial. Otra gente, en cambio, me considera un tremendo egocéntrico que mira a todo el mundo por encima del hombro. Sea como sea, no dejo de ser un espejo que proyecta en los demás todo lo que no quieren ver. Quien de verdad disfruta la vida y no teme compararse, estará encantado conmigo, y siempre disfrutará de mi humor (aunque a veces sea un poco escatológico). En cambio, quien no quiere tomar las riendas de la vida, siempre tenderá a la crítica continúa hacia mi trabajo, mi persona, o todo lo que me rodea.
Francamente, presumo de ser una persona que transmite alegría y felicidad, y si eso es malo, que venga un rayo y me parta. Si eso me hace soberbio, mis más sinceras disculpas, porque no voy a dejar de presumir que mi vida es alegre. Todo parece estar en crisis, pero, ¿realmente cómo ha sido mi vida? Cuando medito con mi Rueda de la Vida, pienso por todo lo que he tenido oportunidad de pasar, a saber:
- Crisis de amor: he tenido las mías, aunque seguramente no llegarán ni a la mitad que la de muchas personas. Estuve casado con una persona maravillosa y me puedo criticar por no haber sabido mantener una relación tan especial. He estado enamorado algunas veces de princesas sin ser correspondido, habiendo aprendido el significado de tener una fantasía emocional, pero no me voy a quejar por ello. Y ahora quizás he vuelto a encontrar la mujer de mi vida.
- Crisis de salud: tuve una gravísima, aunque seguramente no llegará ni a la mitad de la que han sufrido muchas personas. Una injusticia en la que un desgraciado me atropelló en moto y tras arrollarme más de 20 metros, me dejó con una parada cardiorrespiratoria en coma tendido en el suelo. Por unos segundos no llegó oxígeno a mi cerebro, suficientes para dejarme unas graves secuelas, al margen de las roturas de la pierna y clavícula. Verse en silla de ruedas, o tener que volver a aprender desde cero a concentrarse o memorizar, no fueron experiencias sencillas.
- Crisis de identidad (o crecimiento personal): tuve una bien gorda, aunque seguramente no llegó ni a la mitad de la que han vivido muchas personas. Hace unos años pude comprobar cómo unos Magistrados del Tribunal Provincial de Valencia me acusaban de toxicómano sin la menor prueba pericial. Obviamente de toxicómano no tengo ni un pelo. Y lo que es peor, aunque les pusiera una querella por demanda al honor (que fue aceptada a trámite), no sirvió para que se rebajaran en su comentario. Que te destrocen la vida, y encima te insulten sin la menor consideración, no fue de agrado. La historia, que no te dejará, indiferente está contada en este blog.
- Crisis de trabajo: entre varias, mencionar una que me quitó el sueño hace allá por el año 2000, aunque seguramente no fue ni la mitad que la que han tenido muchas personas. Me despidieron de un trabajo, no por incompetente, sino por saber hacerlo demasiado bien. Tuve una jefatura matricial con intereses opuestos que acabaron enfrentando mi posición. Mi honestidad no consiguió vencer a la inmoralidad de la que fuera mi jefa y me echaron. Tras esa complicada experiencia, aprendí que siempre la verdad tiene que ir por delante cueste lo que cueste (a la jefa la echaron a los 3 meses, por ridícula).
- Crisis económica: Bien reciente, aunque seguramente no llegará ni a la mitad de la que sufren muchas personas. Todo el mundo piensa que nado en la riqueza, y no hay nada más problemático que no saber cómo vas a pagar el alquiler de tu casa el próximo mes. He invertido todos mis ahorros (y estoy hipotecado) en un proyecto que está financiado únicamente por mi persona, y ¿ qué pasa cuando alguien no nos valora?. Cuando un empleado del banco te hace sentir como a una cucaracha, es cuando te das cuenta que no es importante el dinero que ganamos, sino cómo sabemos vivirnos la vida (con el poco o mucho dinero que tengamos). Siempre sabré que he pagado cada capricho que he tenido con el sudor de mi trabajo, y eso me llena de satisfacción para seguir haciéndolo una y otra vez. El proyecto de Autocoaching (Happiness Play) me llena de orgullo y satisfacción, sin la menor duda.
- Crisis familiar o de amigos: Podría decir que fue lo peor de mi vida, aunque seguramente no fue ni la mitad de lo que han sufrido muchas personas. He perdido en el camino a muchos amigos queridos, pero sobre todo, perdí hace más de 20 años a mi padre de la forma más inesperada del mundo. Su recuerdo siempre está presente, y eso me apoya cada día.
- Crisis del entorno: afortunadamente siempre he tenido donde dormir, aunque el tamaño de mi casa haya ido bajando exponencialmente desde que dejé el hogar de mis padres y me fui a mi primera casa en el extranjero. Aunque seguramente mi problema no será ni la mitad que el de mucha gente que ahora vive en la calle. Después de haber dado la vuelta al mundo más de 13 veces y haber vivido en más de cinco países... ¡no he parado de vivir experiencias!
- En el ocio no me cabe pensar en crisis, porque siempre he estado rodeado de mucha gente con la que compartir nuevas experiencias, y cuando no, me he sabido divertir yo mismo. He disfrutado en más de 42 países con personas de todas las culturas, y de ellos he aprendido la diversidad de posibilidades que hay en este planeta.
¿Qué mi vida ha sido fácil? No. ¿Qué me han regalado todo lo que tengo en mi vida? En absoluto. Y entonces, ¿qué te hace ser feliz? Buena pregunta, pero prefiero cambiar la perspectiva, ¿qué te hace a ti no querer disfrutar esta vida con plena felicidad y llegar a ser un experto en felicidad? Soy una de las personas que tengo muchísimos motivos para quejarme por la vida tan adversa que me ha tocado vivir, y así lo menciono en mis conferencias de motivación . Pero no lo hago casi nunca, es una pérdida de tiempo. Cualquiera que lea el último capítulo de mi segundo libro , sabrá que me cambiaron la vida (a peor) hace unos años. Me dejaron con una minusvalía de por vida, quitándome algo de mi capacidad cerebral.
Pero en cambio me ha servido para querer conocerme por dentro. Tengo una capacidad asombrosa para conocer el estado de felicidad de todos los que me rodean, saber lo que les gusta, y ayudarles a realizar cambios para conseguir todo lo que se proponen. Por eso mi vida es especial, y me siento orgulloso de ello. Y presumo de ello. Y siempre presumiré de ello.
¿Y tú, qué crisis has superado y qué aprendizajes has extraído de ellas? Comparte tus reflexiones en los comentarios 👇
Admirable recetario. Se saborea lo vivido y se intuye un devenir sereno y curioso. Es un placer leer reflexiones tan lúcidas, tan dotadas de buena Areté. Gracias por compartir
Mariano… ¡es un placer compartir! ¡Muchas gracias por el comentario!