¿Se puede medir la felicidad? Fue una de las preguntas que me lanzó Marc Vidal cuando tuvimos oportunidad de encontrarnos después de tanto tiempo. La respuesta fue bien sencilla: “sólo un tonto intentaría medirla”. ¿No os da la sensación de que hay mucho listillo intentándolo? Tras una excelente conversación en la que compartimos muchas experiencias vitales, al final la conclusión fue bien sencilla: la felicidad es objetiva, pero dentro de la subjetividad de cada individuo. Es decir, cada uno puede medirla y trabajarla dentro de sus posibilidades, pero intentar medirla de forma global no es tan factible como contar los euros que tienen los bancos.

Rápidamente empezamos con la Rueda de la Vida (que siempre llevo una encima), y se pudo  valorar distintas áreas de la vida: salud, dinero, crecimiento personal, familia y amigos, amor, ocio, entorno vital, y trabajo. En un instante se tenía una buena representación del estado de felicidad de Marc Vidal, que para más curiosidad, giraba de forma estupenda. La idea es no manipular y que sea cada una quien pueda descubrir su felicidad, haciendo uso de la metodología.

La Metodología de Autocoaching, que tiene un nombre poco acertado porque el coaching es un término que se utiliza para demasiadas cosas, sirve para cualquier proceso de crecimiento personal y profesional, y su ámbito no está limitado sólo al coaching. Recuerdo que Marc Vidal compartía que sería HappyCircle el mejor nombre para la aplicación, donde se mediría la auténtica economía de la felicidad de cada individuo, pero no finalmente se llamó HappinessPlay. ¿Todavía no la conoces?