Cuando hice unas reflexiones de mi vida, sin duda me encontré con algunas reflexiones sobre las mujeres, muchas del amor. Las mujeres de mi vida han sido muchas, aquí te dejo algunas reflexiones:

• ¿La mujer que más he querido? Se fue con otro.
• ¿La mujer que siempre quise? No me hizo caso hasta que la cambié por otra.
• ¿La mujer que más he deseado? Se buscó un plan con otro por si fallaba conmigo.
• ¿La mujer con la que quise pasar el resto de mi vida? Cambió sin querer aceptar mi pasado.
• ¿La mujer de mi amigo? Bien gracias.
• ¿La mujer de mis sueños? Se fue al despertar.
• ¿La mujer de mi vecino? También creo que está bien.
• ¿La mujer que veo pasar todos los días? Creo que ni sabe que existo.
• ¿La mujer perfecta que me imagino? Creo que no he sabido buscarla.
• ¿Las miles de mujeres que me adulan y quieren estar conmigo? Amor no correspondido.
• ¿El amor de mi vida? Ahora ya no es una mujer, es mi hijo.
• ¿La mujer que me trajo al mundo? Sí, sí, esa sí me quiere mucho… ¡gracias mamí!

¿Qué opinas sobre estas reflexiones de mujeres? ¿Te han parecido cosas parecidas? Son reflexiones de la vida.

Una mujer es una mujer

Parece una tontería, o un ejemplo de juicio de valor, de titular pero es una provocación para llamar la atención sobre el valor de una mujer. En algunos países la tratan como a un objeto del que abusar, manosear y verter todo tipo de comentarios. En otros la sobreprotegen (le dan becas, ayudas, leyes sociales, …) incluso generando un abuso sobre el hombre por aquello de la discriminación positiva hacia la mujer.

Desde mi experiencia las discriminaciones por sexo, raza, religión,… ¡se practican en casa todo el mundo!, en mayor o menor medida. Se me ha caído la cara de vergüenza cuando he comprobado la campaña de EEUU que pretende paliar el que una de cada cinco mujeres sufre en la actualidad de algún tipo de abusos. ¡Hasta Obama ha colaborado en la misma! ¡Hay que abrir los ojos a esta realidad!

Tengo la fortuna de haberme criado con dos hermanas y con una madre que siempre me han tratado en igualdad de condiciones. No son mis esclavas ni nada parecido, sólo son mis hermanas. Las quiero con locura y siempre nos apoyamos en cualquier aspecto. Es como si fueran la mujer de mi vida.

Ni se me pasa por la cabeza creerme más o menos que ellas por el hecho la diferencia de sexo. Ni con mis hermanas, ni con personas de otros países, ni con personas de otra raza, ni con nadie más alto o más bajo, ni con nadie con más dinero o menos dinero, ni con nadie más listo o tonto. Somos todos personas.

Pero igual que hace pocos siglos la esclavitud era una realidad en medio mundo, esperemos que cuanto antes se consiga la auténtica igualdad entre mujeres y hombres. Igualdad, en donde la discriminación positiva a la mujer tampoco sea necesaria. Es mi deseo y así lo menciono. ¿Compartes mi deseo?