Creer en el amor es sencillo. Demostrarlo, mucho más complicado. Los centros comerciales nos están ayudando a consumir un gran detalle en el día de los enamorados (14 de febrero en muchos países). Los centros hosteleros también nos muestran que hay que apuntar una reserva y comer en un sitio de encanto. Con un buen regalo y una cenita con velitas, parece que habremos cumplido con el amor hasta el próximo año.

Quizás haya mucha gente que se cree más que los demás y que vive aparentando. ¿Se han dado cuenta en lo que nos estamos convirtiendo? El hombre, obligado a esconder sus emociones y a no llorar en las películas de amor. Las mujeres, cada vez más independizadas, siguen el mismo camino del hombre, y se prohíben mostrar sus desconsuelos. Al final, ni la mujer es mujer ni el hombre es hombre. Todo parece un refrito de mal gusto. Permítanme hablar de forma genérica, porque me consta que las personas que leen este blog no fomentan mucho esos clichés.

En la escuela no aprendí amor, ni felicidad, ni otras muchas cosas básicas que nos guste o no, solemos aprender de forma complicada a lo largo de la vida. Se aprende más de un novia que te abandona (aunque sea una novia virtual), que de muchas horas de física y química. Se aprende más de la pérdida de un ser querido, que de muchas horas de historia. Las emociones, entre ellas el amor, parece que no se quieren mostrar en las escuelas.

Por eso me propuse compartir el año pasado toda una experiencia del amor para el día de los enamorados, 14 de febrero. Con la obligación de que cada año fuera en un país distinto. El año pasado fue en el HUB Madrid, y ahora ha sido en el Sheraton de Montevideo. Este año con una difusión en las principales televisiones del país (Canal 4, 10 y 12), en prensa y radio. Un buen ejemplo para empezar a hablar de la felicidad, amor y coaching.

En esta ocasión conté con la estupenda coach Leticia Brando, una experta del amor, que ayudó a conectar a las personas con su lado más emocional. Era maravilloso ver a cerca de 100 personas poniendo en duda muchas de los prejuicios establecidos, y con ganas de disfrutar de los secretos del amor desde otras muchas perspectivas.

¿El próximo año? Seguro que será una sorpresa, pero por ahora sólo hay una cosa clara… hablaremos del amor, del amor de verdad.

Y no te pierdas esta entrevista donde te enseño cómo hacer una carta de amor pidiendo a los Reyes Magos...