¿Experto en felicidad? ¿Experto en Google? ¿O Google como experto? Todo el mundo me pregunta lo mismo, ¿pero tú eres feliz? La verdad es que siempre intento entender si la pregunta viene desde el desconocimiento de qué quiero decir o desde la limitación de negarse el hecho de que alguien le pueda ayudar a ser feliz.
Han sido muchos años de estudio en metodologías de todo tipo, especializado en sistemas, comunicación y coaching, y tras haber creado la Metodología Autocoaching me era necesario aportar un nombre a mi trabajo, que describiera con exactitud a lo que me dedico: ayudo a las personas a conseguir su felicidad, al margen de mi estado de felicidad.
El símil es bien sencillo, ¿un médico que fume puede darme una receta médica? Entiendo que sí, ya que cada uno tiene que cargar con sus vicios de la mejor forma posible. Ahora bien, que fume lo que quiera, pero entiendo que será un profesional que me aportará el mejor medicamente para recuperar mi salud (no la suya). Es decir, lo considero un experto en salud.
Después de muchos años de trabajo, la palabra coach me resultó limitante en mi trabajo, pues el coaching es sólo una herramienta más de las que uso en la búsqueda de la felicidad. Incluyo técnicas de liderazgo, PNL, marketing, ingeniería, etc. que transformo en sencillas herramientas que permiten a las personas ser conscientes de su estado de ánimo, analizar todo aquello que anhelan, y marcarse cambios en su camino a la felicidad. Muy sencillo de resumir, pero francamente complejo de implementar en muchos casos, pues he comprobado que hay muchas personas que se niegan por sistema el derecho a ser más felices.
En cualquier caso, me gustaría responder a la pregunta: sí, sí, sí, soy jodidamente feliz. ¿Vivo en el nirvana absoluto? No, eso implicaría ser ciego al mundo que nos rodea. Pero puedo asegurar que he vivido un montón de crisis en mi vida, y ahora he aprendido a gestionar mi felicidad mejor que nunca. Cuando tengo un estado de ánimo apagado, analizo rápidamente, con el Mapa de la Vida cómo me siento. Después entiendo lo que falta, y creo cambios para conseguir aquello que necesito. Si compruebo que no funciona, miro si estoy vibrando con mis sueños, con mis valores, o tengo alguna creencia haciendo de las suyas.
Y por supuesto, si compruebo que no avanzo sin mejorar mi estado, pido ayuda a mis amigos, familiares, o coach. Porque no olvidemos que en la vida, no hemos nacido sabiéndolo todo, y aceptar nuestras limitaciones, es de humanos.
Un placer leerte.
Hola Pedro, felices fiestas y que el año 2012, te colme de amor, salud y que no te falte el dinero (tiempos difíciles). He leído con detenimiento alguno de tus artículos publicados. Tengo dos proyectos que me gustaría conozcas personalmente, mi Email: [email protected]
Un cordial saludo.
Elizabeth, muchas gracias por el comentario. Ya te conteste por Facebook, aunque también hay en el menú de arriba una sección de contacto. ¡Feliz año!