Hace pocas semanas participé en el proyecto final de Marta Expósito, de segundo curso de bachillerato en un instituto cercano a Lérida, y me parecieron unas preguntas muy interesantes para compartir en el blog.
En ellas se hacía referencia previa a la conferencia siguiente:
1 - Para empezar, me gustaría hablar sobre una de las reflexiones que me hice al empezar el trabajo y que nombras al principio de tu conferencia. Como bien dices, hablar de felicidad frena, echa para atrás a la población o te genera vació en el trabajo en general. Cuando explicaba a la gente que me rodea en que iba a consistir mi trabajo la gran mayoría reaccionan de forma muy parecida con un “¡Oh, qué bonito!”, o alguna otra frase similar. Todos utilizaban un tono irónico que le quitaba hierro al asunto, que restaba importancia al tema del proyecto. Todo esto me hizo plantearme muy seriamente el porqué de esta reacción. ¿Cómo podía ser que no dedicasen tiempo e ignorasen lo que les daba sentido a sus vidas, lo que les hacía sentir realizados? Este hecho me significó una paradoja total. ¿Qué explicación le da a esa actitud de mirar a otro lado que tiene la población actual hacia la felicidad?
La gente no tiene una referencia clara sobre qué es la felicidad. En general el sistema capitalista actual no prepara a la gente para explorar su felicidad, simplemente para ser peones en el lineal de una fábrica. Preguntar por la felicidad es como preguntar por el origen del Universo, todo el mundo sabe que existe, pero cada uno tiene una explicación. Te recomiendo ojear este artículo que te ayudará a meditar sobre la respuesta a esto .
2a - Una de las conclusiones que soy capaz de la conferencia de felicidad que realizaste es que el cambio, el intentar conseguir lo que verdaderamente quieres forma una parte fundamental en el objetivo de ser feliz.
Si es tu conclusión, es respetable.
2b. Después de realizar una encuesta a unas cuatrocientas personas de mi localidad donde (con preguntas como ¿de dónde eres?) pedía que me detallaran como era una persona feliz, pude observar que aproximadamente un cuarto de las respuestas explicaba que una persona feliz es aquella que se sabe conformar con lo que tiene. ¿Cómo puede ser esto? ¿Qué razón puede haber para que una parte tan numerosa de la población piense así?
Lo que muestra tu encuesta es que diste con una población conformista. No sé qué población es, pero seguro que si hubieras hecho esa misma encuesta en diferentes poblaciones habrías encontrado cosas distintas. Por ejemplo, en las ciudades más capitalistas te encontrarías la variable económica con más potencia. Y en las ciudades más religiosas habrías encontrado que las personas más conectadas con Dios son más felices. El caso de España, bajo mi punto de vista, es un síntoma del burgués bobo, que se basa en el tener y no en el ser. Si le das la vuelta a la pregunta sería como ¿es que teniendo lo que tienes vas a ser feliz? ¿y si lo tienes todo y no eres feliz? Bajo mi punto de vista, que comento muy fugazmente al final de la conferencia, la clave reside en saber balancear el ser y el tener. Es decir, la clave es ser feliz teniendo lo que uno se merece para vivir bien (y aquí sí que dejo el “vivir bien” a gusto del consumidor).
2c - Además, esta actitud aumenta al igual de la edad. ¿La gente mayor es más conformista?
Estoy totalmente de acuerdo, y desde mi punto de vista es la sociedad la que limita a las personas. Nacemos queriéndolo todo, personalmente soñaba con ser astronauta de pequeño. Después vamos poniendo limitaciones: entramos en la hipoteca, el coche, el seguro, gastos y más gastos. Nos vamos haciendo más dependientes. Pronto empezamos a pedir para nuestros hijos, y al final por nuestros nietos. Los sueños los vamos aparcando poco a poco, o al menos eso nos hacen creer.
3 - En la misma encuesta, preguntaba si eras creyente y en qué religión. Entre un 45 y un 50% contestaron que eran creyentes en la religión católica. ¿Cómo influyen las creencias y en especial la católica en la búsqueda de la felicidad?
Personalmente no tengo relación fundamentada en vincular la religión a la felicidad. Según he leído las personas más religiosas son más optimistas y tienden a ser más felices. Pero hacer un ejemplo de análisis, y más fundamentado en el montón de creencias de la religión católica me parece de otro siglo. Me parece respetable si alguien todavía se cree que va ir al cielo o al infierno en base a sus acciones de esta vida, tal y como formula la religión católica, pero prefiero evitar el tema, pues es como convencer a una persona que cambie de equipo de fútbol.
4- Siguiendo con el cuestionario, también pregunté si eras feliz, pero lo hice de forma muy clara, con dos únicas respuestas: sí y no, ni depende ni a veces. Me sorprendió observar que sobre un 75% de los encuestados me respondieron que sí cuando el uso de antidepresivos no para de aumentar en los últimos años. ¿Crees que la gente se auto engaña? ¿Consideras que la gente se ha vuelto tan conformista que de verdad está a gusto con lo que tiene y no busca nada más?
Desde mi humilde punto de vista realizar preguntas con respuestas tan binarias, en sí invalida las conclusiones. Por eso vincular esa respuesta a una tendencia de consumo de antidepresivos se me antoja poco prudente. En cualquier caso, te responderé desde mi experiencia a las preguntas. Creo que la gente se auto-engaña, muchas veces de forma muy leve, y en algunas ocasiones incluso de forma muy enfermiza. Es importante ser congruente y repasar el tema de la disonancia cognitiva, que muestra el grado de coherencia en las personas. En España sólo es necesario encender el televisor con una semana de diferencia para comprobar como hay políticos que cambian radicalmente de opinión sin pestañear. Es un liderazgo comunicativo que no tiene ninguna base experta, pero que cada vez a la gente le gusta más. De otra forma no hay quien entienda por qué se escandalizan por los tweets que escribió una persona hace unos años y no pongan el grito en el cielo por los millones de euros que han robado otros. Congruencia cero.
5- Siguiendo con la temática de la pregunta anterior. ¿Considerarías que la población actual es feliz? ¿Por qué?
A la respuesta anterior encontrarás resultados contradictorios dependiendo de la encuesta que consultes. Bajo mi punto de vista el número de posibilidades de posibles cambios se ha multiplicado exponencialmente en las últimas décadas. Y nuestro cuerpo humano, como es lógico, cada vez tiene menos posibilidades de conseguir todo lo que desea. Uno enciende la televisión y puede rápidamente tener la ilusión de viajar a mil sitios, estudiar mil cosas, tener mil experiencias, etc… pero eso sí, cuando te toque la lotería y te hagas millonario de la noche a la mañana. Porque estamos en una sociedad que necesita cada vez más de la satisfacción cortoplacista pero que quiere esforzarse cada vez menos. ¿Cuadra eso con ser feliz? No lo creo, porque muchas veces el éxito, es decir ese resultado que nos puede llevar a ser felices, pasa por el sufrimiento. Pero esto no lo cuentan mucho, porque no vende.
6- La tesis principal del trabajo que estoy realizando es la siguiente: Las personas no encuentran la felicidad porque la buscan mediante un camino erróneo, y este error se produce debido a la copia de los modelos de felicidad que expone la sociedad actual. ¿Qué opinión tienes sobre esta afirmación?
Desde mi punto de vista las personas no saben lo que es la felicidad, así que poco van a saber cómo buscarla. Y cuando digo no saben me refiero a que en muchos casos la confunden incluso con el éxito. También se encuentra que las personas más formadas te pueden debatir sobre la felicidad durante horas, pero cuando les preguntas qué les hace felices o cuáles han sido los momentos más felices de su vida, se congelan. Curiosamente preguntar por los mayores sufrimientos da para debatir durante horas. Es decir, todo el mundo sabe quejarse perfectamente, pero le cuesta entender cómo ser más felices. Es un problema educacional. Cuando he tenido oportunidad de formar en felicidad en la universidad, he comprobado el gran cambio que se puede generar en las personas, incluso con pocas horas de docencia.
7- Volviendo a la conferencia, me gustaría destacar tus palabras donde expones que vas criar un hijo completamente feliz. Eso se convierte en un deseo para cualquier padre, y aunque no podría ser más bonito, no resulta san sencillo como simplemente decirlo. ¿Cómo vas a conseguirlo?
Es necesario potenciar el valor del respeto entre personas para educar en felicidad, cuestión que apenas encuentro a día de hoy. La mayoría de los padres desean que sus hijos hagan una u otra cosa, o sean de una forma u otra forma. Pero somos pocos padres los que apoyemos a nuestros hijos a buscar realmente lo que les hace felices, respetando al máximo lo que es conlleva. Obviamente dentro de unos márgenes lógicos que debe marcar la educación: porque ejemplo si a mi hijo se le ocurre la feliz idea de ir pegando a la gente por la calle, pues hay que ponerle unos límites. Pero si mi hijo decide que no quiere estudiar y que prefiere tener una vida de peregrino por el mundo, ¿quién soy yo para juzgarlo? Le ayudaré a descubrir lo que le haga feliz, siempre dentro de unos órdenes lógicos que le ayuden a mantenerse y a no faltar el respeto a las personas cercanas. Es importante no olvidar el valorar a las personas. En concreto con mi hijo tengo un post muy divertido. Otro comentario a destacar aquí es para educar en felicidad a los hijos me parece fundamental haber dejado atrás muchas de las creencias tóxicas que nos hayan incluido nuestros padres.
8 - ¿Crees que los sistemas educativos actuales le dan suficiente importancia en conseguir que los niños aprendan a estar a gusto con ellos mismos, a ser felices? ¿Si se tuviera que mejorar, como se podría hacer?
Personalmente no lo creo, pero creo que hay muchas diferencias culturales según el país. En algunos países sí se educa en emociones y se respeta al niño artista tanto como al que no lo es. En España, y basándome en mi experiencia, me parece que mi educación estaba a años luz de entender la vida y la felicidad, cuestión que recibí más de mi entorno familiar. La religión católica intenta también educar en valores y en encontrar nuestra felicidad. Pero, al menos en España, siguen con un modelo que se diseñó dos milenios atrás, cuando no existía la racionalidad que vivimos hoy. Recuerdo cuando hacía la comunión y le dije claramente al cura que estaba muy bien eso de querer a Jesús y querer a mis padres, pero que yo quería saber a quién tenía que querer más. Me expulsó de clase. Seguro que era (y espero siga siendo) una excelente persona, pero no saber la importancia de priorizar, hizo que su mensaje para mí no tuviera valor. Sobre cómo mejorar la educación recomiendo ojear este documental de la educación prohibida que tiene una completa visión de cómo funciona el sistema y qué opciones deberíamos aplicar para mejorarlo.
9 - Por último y a modo de conclusión pediría un adjetivo, un rasgo en el carácter y en la forma de ser que tienen en común todas aquellas personas felices.
Ni idea, no tengo ni idea. Cada persona es feliz a su manera. Pero si me preguntas a mí… para mí el adjetivo sería paz.
¿Reflexiones o frases de la felicidad? Tampoco importa si las llamas reflexiones, reflesiones, refleciones, refrexiones, relexiones, o como mejor gustes... ¡es caso es empezar!
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