Es un poder inmenso al que nunca se presta atención. Cuando se habla de la corrupción, algo que aparece en casi todas las partes del mundo, siempre se pone el foco en las personas que están robando. Pero habitualmente se evita poner el foco en las personas que han permitido al ladrón hacerse de oro. ¿Les resulta familiar?
Por ejemplo, ahora tras el fallecimiento de Hugo Chávez (mi más sincero pésame a los familiares y al pueblo venezolano) aparece en la prensa internacional cómo este señor ha amasado un capital enorme de dinero, ¿pero por qué no se menciona a todos los cómplices que lo permitieron? Como este caso existen cientos y cientos de políticos. En España hace tiempo que mencioné que además de mirar a Urdangarin y compañía, habría que mirar a los que han sobornado a este famoso personaje para su propio beneficio.
Existen personas que compran, y otras que permiten ser compradas. O personas que chantajean, y otras que permiten ser chantajeadas. O personas que cometen delitos, y otras que permiten que se cometa el delito. Ladrón y cómplices trabajan conjuntamente en la producción del delito, falta, malversación, injusticia, acción ilegal, o el nombre que más les guste.
La solución pasa por considerar a ambas partes integrantes del problema. Es necesario denunciar a ambas partes, y considerar con grado parejo de deshonra a ambos grupos de personas. Cualquier jurista diría que es una locura comparar estas cosas, pero como menciono numerosas ocasiones lo mejor es dejar de comparar, y simplemente entender que ambas cosas son inaceptables.
Considero este apunte básico para solventar la crisis de algunos países como España, atascada enormemente en un autoengaño. Afortunadamente hoy vi un atisbo de esperanza cuando encontré un juez que ha llamado a declarar a los que “supuestamente” sobornan a los políticos, es decir un juez de España ha llamado a presidentes de empresas de la talla de FCC, OHL, Sacyr Vallehermoso, entre otras. ¡Excelente!
¿Cuántos países hace falta hundir para entender que se deben tratar por igual a los ladrones y a sus cómplices? Espero nos demos cuenta que sólo en caso avanzaremos de forma honesta y válida hacia un mundo en el que no pueden triunfar ni los ladrones ni sus cómplices.
Sucede que a veces los ladrones son de guante blanco y a veces representan enormes poderes (empresas multinacionales, por ej.) que se dan el gusto de convertir en legal lo ilegal.-