Esta entrada la realizo a petición de la actual presidenta de ICF Mundial, Janet Harvey, con la advertencia de que si no cumplía sus peticiones, sería expulsado de la organización. Si usted ignora qué es ICF, le ruego que no siga leyendo, pues este escrito no está en armonía con los valores o enseñanzas que me gustan transmitir. Le recomendaría entonces que disfrute de la entrada más visitada y divertida: “las 10 reglas que utiliza un incompetente profesional”.

En cambio, le ruego que siga leyendo si sabe que ICF es una organización denominada International Coach Federation con la que llevo más de tres años colaborando y que nuestra empresa Autocoaching ha patrocinado con una inversión cercana a los 20.000€. Quizás sepa por este blog que tras haber presentado irregularidades de varios socios de ICF España con la Escuela Europea de Coaching, la organización, en vez de mediar o subsanar las diferencias, presentó un expediente disciplinario para proceder a mi expulsión (sin ningún previo aviso de las infracciones mencionadas). Este expediente no fue indicado como confidencial, y tengo el gusto de compartirlo para que ustedes mismos comprueben las acusaciones que disponen algunas personas de ICF España. En este expediente no se especifica las faltas o incumplimientos del código ético de ICF, se afirma genéricamente que éste ha sido violentado por mí. Por ello, nuestros abogados respondieron de forma profesional al conjunto de falsas acusaciones vertidas.

Para nuestra sorpresa, ni ICF España ni ICF Global han respondido formalmente al escrito de nuestros abogados, bien por ignorancia, bien porque entienden claramente que las formas y declaraciones aplicadas en su expediente inicial no tienen validez alguna. El personal de ICF España tampoco intentó una mediación y tan sólo impuso una fecha (sobre la que no se me consultó ni mi disponibilidad) convocando una junta extraordinaria donde el único punto del día fue la votación de mi expulsión. La propia papeleta de la votación demostraba una presunción de culpabilidad (ver la foto adjunta), cuestión que debe ser evitada por cualquier persona seria que no prejuzgue sin más.

Soy una persona que evito estar donde no me quieren, acepto sin problemas este tipo de votaciones, y por eso no planteé oposición a la votación de expulsión de ICF España, pese a que significaba anular mi convocatoria para intentar ser candidato como presidente a ICF España (tras conseguir todos los apoyos y requisitos necesarios). Pero es triste ver que el ego de algunas personas no se vio satisfecho con tal expulsión de ICF España, y solicitaron adicionalmente mi expulsión de ICF Global. La verdad es que esta organización no dice mucho a su favor queriendo expulsar a uno de los socios que más ha trabajado por la difusión del coaching (y por la de su propia organización), pero hay cosas que sólo se pueden entender desde las emociones personales de algunas personas y no desde el ámbito profesional que debe demostrar nuestra profesión.

ICF Coaching Global ha considerado hace unas semanas que no se debe proceder a mi expulsión, siempre y cuando, cumpla con las siguientes solicitudes (ver carta). Mis socios entienden que después recibiremos una nota por escrito disculpándose de algunas incoherencias de ICF España, pero francamente, no necesito ese tipo de disculpas, pues el menoscabo ya ha quedado reflejado. Parece que no han leído la respuesta de nuestros abogados , pero no tengo ningún problema en disculparme de cualquier malentendido que se haya podido iniciar y espero sirva para parar esta caza de brujas sin sentido.

Al haber preguntado cuáles eran los motivos de tener que responder a estos puntos, no se me han indicado, por lo que espero que entiendan que procederé tan detalladamente pueda, y dentro de las escasas indicaciones:

Como es de bien nacidos ser agradecido, sin duda, mi máximo agradecimiento a ICF, porque es una organización que me está enseñando cómo perder el tiempo con tonterías. En vez de afrontar los problemas de frente, realizando mediación (solicitada en varias ocasiones), prefieren que llegue la sangre al río, e imponer obligaciones que recuerdan a la antigua Inquisición Española. No sé si querrán aprender algo de todo esto, pero yo les estoy muy agradecido por todo lo que he aprendido.

Les rogaría que dejaran ya sus peticiones personales a un lado y nos permitieran realizar nuestro trabajo de hacer llegar el coaching a todo el mundo como pueden ver en nuestro último evento en Montevideo, que tuvo presencia en los medios de TV, radio y prensa, y en donde la gente disfrutó con el coaching. Una pena que ICF esté persiguiendo a personas que sí hacen crecer el coaching y en cambio premie a quién está obteniendo beneficio económico haciendo mal uso de la marca que representan.

Ya he pedido las disculpas en caso que se haya malinterpretado algo de lo que dije o hice. Me encantaría que algún día en ICF lleguen a entender que he expresado mis opiniones, desde un punto de vista enriquecedor y profesional. Como ya saben, no todos vemos el mundo desde la misma perspectiva pero está en nosotros respetar al que piensa diferente. Si expulsara de mi vida a todas las personas que han disertado o expresado una diferencia conmigo, hoy no tendría ni amigos ni clientes.

NOTA Marzo 2020: A día de hoy veo esta entrada de mi blog y me muero de la risa. Es verdad que mi respuesta no fue una disculpa en el sentido estricto de la palabra, porque les estaba ridiculizando por escrito.

Pero lo que no es menos verdad es que se merecían una buena demanda de un abogado para que judicialmente les hubiera puesto en su sitio. El que ICF tenga un código ético no les pone por encima del bien y del mal, y mucho menos por encima de la ley. La verdad es que este caso debería avergonzar a todo socio actual de ICF, y le debería hacer reflexionar qué es lo que representa.

Y no lo olviden... esto no se trata de pedir perdón. Se trata de aceptar que hubo presidentes de la organización ICF que hacían malas prácticas. Sin más.

María López Herranz: cómo una mujer se dice acosada

¿Por qué nacen organizaciones como VOX con pensamientos e ideas que están en la mente de muchas personas? Mucho se habla del acoso de las mujeres, el cual respeto porque me consta que es una realidad. No quiero enfadar a ninguna persona que haya sufrido este tipo de actos. Pero ¿y cuándo un hombre es acusado sin pruebas de maltrato físico? ¿Cómo se puede defender de una persona que lo único que usa es el papel de mujer?

Mi experiencia es sencilla, no se puede. Por mucho sentido común que se aplique, la mujer, en muchos países, tiene ventaja. Parece que todo el mundo piensa que un hombre tiene armas de destrucción masiva sobre la mujer, pese a que soy de la opinión de que la mayoría de las mujeres tiene bastante más fuerza de la que tendré yo nunca.

Les compartiré el ejemplo más ridículo que sufrí hace un par de años, en donde la anterior presidenta de una asociación de coaches privada, la ICF (y sin ninguna homologación de entidad pública) representada por María López Herranz (Titi López) decidió apoyar a su compañero y montó el asombroso bulo de que había recibido gestos violentos de mi persona en un Congreso de coaching. Curiosamente montó el bulo tres meses después, pese a que el compañero al que encubría me había felicitado días después del Congreso por mi participación (¡ups!, curiosa incoherencia). Esta mujer quizás tuvo algo de crédito entre sus admirados seguidores, pero para que descubran la falta de ética involucró a una empleada que habían contratado en sus servicios, como si por eso fuera a tener mayor credibilidad. ¿Peculiaridades? Que ni incluyeron ni su DNI ni pasaporte, ni ningún documento que tenga una mera validez. Incluso pienso que se inventaron a esta persona, porque no existe en el mundo digital.

Les traduzco la carta: hola soy María López Herranz y sufrí un acto agresivo por Mr. Amador porque me agarró tres veces del brazo de forma violenta. Y este incidente fue visto por Elisabet Gray, la que puede certificar mi versión de los hechos.

Ahora les traduzco al cristiano. Hola, soy María López Herranz, me llaman Titi mis compañeros, y como tengo muy poca inteligencia, pues uso mi papel de mujer y me hago la acosada. No tengo ninguna prueba, pero ya que tengo a una compañera que contrato con frecuencia, pues si pasa algo, pues las dos estúpidas, decimos que Pedro fue muy muy muy malo. Claro, no le echamos del congreso porque somos mediocres. Pero para todo lo demás, muy contenta de firmar esta carta porque luego mi compañero de la ICF me hará presidenta y así nos aprovechamos de los demás.

Como este tipo de mujeres manipuladoras tienen la costumbre de juntarse con mujeres que también aceptan la manipulación de las mujeres, después vino la carta de la ex presidenta mundial de su asociación, en donde sin preguntar ni validar las pruebas, simplemente pedía que, como hombre que soy, tenía que disculparme ante curiosa mujer que decía haber recibido malos gestos. Ni comprobó que la carta que aporté donde su compañero presidente me había felicitado previamente, porque eso supondría aceptar que una mujer la estaba engañando como a una imbécil. ¿Qué una mujer me va a engañar? Pues sí, entre ellas también se engañan (y mucho).

Francamente, no tengo ningún problema en que las mujeres lleguen a puestos directivos o de alta responsabilidad. Pero que usen falsas acusaciones no es un buen ingrediente para que se ganen el respeto de las personas. Son una vergüenza para la Sociedad, y tarde o temprano, no tengo duda que la verdad cae por su propio peso. Y más aún en el mundo del coaching, donde dicen vender ética. Pero claro, poca ética va a vender esta asociación contando con estas personas.

P.D. mayo 2019: María López Herranz, no te recuerdo como una mala persona, pero visto con perspectiva, y viendo que te usaron y luego te hicieron presidenta de ICF, la verdad es que estás en mi lista de personas que apuñala por la espalda. Falsa, hipócrita, y encima haciendo un flaco favor a las mujeres que sí sufren acosos. Repito, hay mujeres que sí sufren acoso, y que te hayas beneficiado de esa ventaja, te deja a la altura de las cucarachas. Contigo de mujer, Titi Hernández, lo mejor que puede hacer la gente es tenerte lejos, porque nunca se podrán fiar de una mujer que apuñala por la espalda.

Lo mejor de todo es que otra mujer, que es peor cucaracha que tú, usó tu testimonio para decir que yo era violento. Me parece que entre cucarachas os entendéis. Eso sí... recuerda que el respeto se gana por lo que haces, no por lo que dices. En tu caso, más te vale que aprendas algo en la vida, porque llegaste a Presidenta de ICF España para seguir sin aportar nada al mundo del coaching.