¿Necesito un Director de Felicidad? Recientemente Open English, ha decidido nombrar a Alain Lagger, como “Director de la Felicidad”. Lo pongo entre comillas porque me parece no sólo un puesto inventado, sino que algo que roza el marketing aventurero. Lo cierto es que no tengo el gusto de conocer a Alain, por lo que poco puedo opinar de él, aunque por su perfil de Linkedin parece intenta transmitir un envoltorio de monje tibetano.
Os voy a compartir una realidad, pues sabiendo que no hay mayor felicidad que saberse comprendido y defiendo la felicidad como un estado de ánimo que debe ser unos de los pilares de cualquier empresa y organización y que se debe trabajar con todos los empleados. Para eso desarrollamos Happiness Play, la primera aplicación para gestionar tu felicidad que permite acercar de forma consciente los pasos para ser feliz/estar contento/sentirse mejor/como se quiera llamar. Durante dos años estuve presentado esta herramienta a cientos de directivos, entre ellos varios directores de RRHH de algunas empresas del IBEX 35 (las más importantes de España).
¿Sabéis cuál era siempre la respuesta? Que la aplicación era fantástica, maravillosa, espectacular, pero… ¡que con la crisis había que preocuparse en reducir gastos y no en la felicidad de las personas! Cabizbajo, seguía llamado puertas y puertas, y así he llegado a empresas como Repsol, Santander, Telefónica,… ¡todos igual!, decían, ¡vuelve en un par de años!
Pero cada vez se escucha más de lo de la felicidad en España y muchos países, ¿no? Bueno, puro marketing para atraer a las masas. El ejemplo de Coca-Cola lo he comentado alguna vez, que no por beber Pepsi se hace uno menos feliz, y que han vinculado hasta el aburrimiento la palabrita felicidad a su marca. Hasta ahí no hay problema, pero cuando han usado la estadística para decir lo que hace o no felices a la gente, es cuando realmente he decidido pasarme a beber Pepsi para que nadie me mande privado de mis propias libertades de elección.
El caso de Open English me hizo esperanzarme, pues entendía que al margen de que es una simple función de director de personal (o de RRHH), es excelente prestar atención a una cosa tan importante. Pero habiendo analizado la web de Open English, veo que es otro encaje de marketing, pues en sus valores, misión, visión, de la empresa… ¡no incluyen a la felicidad! Veamos los valores:
- CULTURA OPEN - Somos abiertos y honestos (¿cómo saber qué valores tengo?)
- COMUNICACIÓN - Creemos que las mejores ideas surgen de una conversación
- COLABORACIÓN - Trabajando juntos podemos lograr cualquier cosa
- CREATIVIDAD - Todos somos artistas
- IDEAS - Valoramos las ideas de todos
- LIDERAZGO - Usamos nuestras fortalezas para ayudar a los demás
- COMPROMISO - NUNCA nos rendimos
¿Qué no tendría sentido haber incluido la felicidad en algún punto? Porque de otra forma, ¿para qué están presumiendo de Director de Felicidad cuando ni siquiera es un valor? Quizás mañana incorporen un Director de Tornillos, Director de Diplomas, o Director de Palabras Cacofónicas, por sugerir más ideas.
La felicidad es un estado de ánimo que aporta un extremado valor intangible a los recursos humanos de la empresa. Debe ser tratado como otras aptitudes, y establecido como el pilar de la estrategia de Recursos Humanos. Seamos serios… a ver si se van a cometer los mismos errores que con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Hola, luego de leer su artículo afirmo que respeto su opinión y entiendo que sería sumamente positivo llegar al punto de incluir en la identidad institucional el valor de la felicidad del personal. Este concepto es muy reciente y estamos pasando por una transición. Igualmente le comento que no tenerlo listado como un valor no excluye la posibilidad de que realmente se esté llevando a cabo la gestión humana orientada a la satisfacción de los colaboradores. Me quedo con la crítica constructiva de este artículo ya que empiezo a edificarme sobre esta tendencia y me gusta lo de tenerlo como un valor central de la organización. Gracias por compartir su conocimiento y parecer 🙂
Ana Luisa un gusto y muy agradecido por su comentario.