La verdad, muchas veces no le encuentro sentido a las cosas. Por un lado nos dicen de respetar la ética y hacer las cosas para el beneficio de todos. Pero por otro lado, la vida me demuestra que no paran de triunfar personas indecentes que se saltan continuamente lo anteriormente mencionado.
Ayer me indicaron que el Tribunal Supremo de España está pidiendo los indicios para revocar la incorrecta sentencia que en segunda instancia me volvía a impedir limpiar mi honor. Parece que no se han leído el recurso de mi abogado, y que sólo miraron que estoy denunciando a siete médicos por atrocidades contra mi honor. Vamos, que a uno le llaman toxicómano sin prueba alguna, y la justicia todavía se ríe en mi cara cuando intento defenderme de tal atrocidad. Normal que haya ya encuestas que muestren que nadie cree en la Justicia en España. Yo ya no es que no crea, es que considero que deberían montar un circo, a ver si luchando contra los leones se les pasa la arrogancia.
También hoy me llega la respuesta en primera instancia en el juicio que tenemos abierto contra Doña Silvia Pallerola, en donde se comprueba que el juez, de forma absolutamente incoherente, parece no haber tenido en cuenta nuestros argumentos. ¿Dónde quedó la imparcialidad de los jueces? Parece que escasea el sentido común, y es normal que no se crea en la Justicia. Como coach observé como el juez de primera instancia se mostró un poco ordinario en el juicio haciendo callar a mi abogado sin demasiado sentido, supongo que porque iba predispuesto al resultado. También ha ganado una entrada para el circo. Sólo queda recurrir siguiendo los procedimientos ordinarios, porque parece que esto no ha hecho más que empezar.
Me queda una última batalla por comentar, y es la referente al expresidente de ICF España, Luis Carchak. Muchas de las personas con las que hablo entienden por su experiencia personal que Luis Carchak no es de fiar, y es un profesional que abunda en la doble moral. El Código Ético es bien claro e indica que se deben denunciar este tipo de sucesos, pero… ¿pensáis que alguien se lo dice a la cara? Se puede observar que casi toda la junta directiva de ICF España trabaja para él directa o indirectamente… así que me temo que nadie se atreve a perder el puesto de trabajo por cumplir la ética estipulada. Os puedo informar ya que se presenta como tallerista en la II Conferencia Latinoamericana ICF de Chile, en donde ha existido un excelente comité de selección. Pero Luis Carchak, que es especialista en todo tipo de trampas, se salta el comité y entra directamente (supongo que por la amistad con el past-presidente de ICF Chile a quien le hizo de mentor). Estas prácticas son habituales, pero siempre se mencionan estos casos como “invitado especial”, para así evitar mezclar al comité experto con la selección a dedo. Pero parece que ICF mira para otro sitio y prefiere participar en el circo. Demasiada hipocresía.
Al menos puedo compartir una excelente noticia. Una empresa internacional, de la talla de Nivea, está aportando su granito de arena en la felicidad de las personas, ¿puede haber algo mejor en estos tiempos? Para ello, ha montado la plataforma para gestionar la felicidad Happiness Play (antigua Autocoaching) y está preparando una campaña para acercar el cuidado personal a sus clientes (sólo válido para España). Todo un ejemplo a seguir, por otras compañías que presumen de felicidad, pero que no pasan de aplicar métodos estadísticos con consejos que se quedan lejanos a nuestra realidad.
Voy a seguir luchando por los valores en los que confío, esperando que con el tiempo no me tenga que mover “al lado oscuro” para sobrevivir. Seguro que tendría más éxito en el tipo de circos en los que se mueven las personas mencionadas, pero no es dinero ni razón lo que persigo. Para mí es importante mirar a los ojos a mis pequeños en un futuro y poder decirles: “hijos, vuestro padre se puede equivocar alguna vez, pero siempre se ha ganado la vida con honestidad”. A ver si cunde el ejemplo.
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