¿Será que miden mal los test del virus? Bueno, es mucho más sencillo, porque la incompetencia es premiada, y muchas personas desarrollan una especial habilidad para quitarse responsabilidades, en vez de buscar soluciones (ver las 10 reglas que utiliza un incompetente profesional). Les compartiré algunas respuestas que escucho muchas veces y una mejor forma de tratarlas por oradores motivacionales en español:
- ¿Me podrías ayudar en esto? Habitualmente oigo… “¡yo no sé hacer eso! ¡es que no sé!”, cuando es mucho mejor responder… “Déjame ver, ¿cómo podría hacerlo? ¿cómo te podría echar un cable?”
- ¿Para cuándo puedes tener esto? Y demasiadas veces oigo… “¡no tengo tiempo ando muy liado! ¡eso es muy complicado y necesito muchísimo tiempo!”, ante lo que siempre prefiero responder… “déjame qué mire cómo se puede hacer y te digo cuanto antes cuándo te lo puedo tener terminado”.
- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué no funciona?... y las personas responden instantáneamente… “¡yo no he tocado nada! ¡a mí no me mires!”, cuando todo el mundo sabe que las cosas no ocurren por casualidad, así que prefiero responder… “no tengo ni idea… ¿de qué me hablas? ¿qué es exactamente lo que ha pasado?”
- ¿Conoces a alguien que nos pueda ayudar?... para escuchar… “¡ufff! ¡me parece que sí!, pero hace muchísimo que no trato con él… ¡olvídalo!”, en vez de aportar algo como “déjame pensarlo, que creo que hay una persona a la que podría contactar”.
- Lo he hecho fatal, pero ¡no digas nada!... es mi favorita, porque un porcentaje altísimo de meros cómplices dicen algo como “tranquilo, este secreto se queda entre nosotros”, y se la apuntan para cuando se hayan equivocado. Es más coherente, digan lo que digan, hablar con la persona y buscar una solución para que no se vuelva a repetir, pero lo de ocultar al tramposo… ¡hay cómo gusta en España! (en breve les informaré de una buena de los que dicen ser compañeros).
Las personas pueden cambiar y después de haber trabajado en varios países y haber descubierto distintas culturas, la verdad es que más que ser un problema de España, es un problema de los latinos en general. Tenemos mucha creatividad, porque nos atrevemos a equivocarnos como nadie en el mundo es capaz. Pero nos han enseñado a “trampear” lo que no está escrito.
Desconfianza latina
Sonará extraño, pero siempre digo que no me siento especialmente identificado con la cultura española, y cuándo me pregunta ¿de dónde eres? prefiero decir que soy europeo. ¿Eso es ser poco patriótico? Siempre pienso que si nos invaden los marcianos, a ver quién es el tonto que saca la bandera de su país… ¡hay que buscar las cosas que nos hacen semejantes! ¡Y parar de buscar las diferencias!
De las mejores reflexiones de la vida: ¡Vamos España! ¡Vamos Europa! ¡Que los baches son para salir con más fuerza! Y el primer paso es la aceptación del problema.
Y cuando nos decían que no pasaba nada...
¿Sabes por qué estoy convencida de que existe vida inteligente fuera de nuestro planeta?, pues porque no se han acercado a nosotros, nos miran de lejos y prefieren no tratar con semejante personal, los marcianos digo…
Estoy totalmente de acuerdo contigo, lo primero que se nos viene a la boca en el momento de una equivocación es echar la culpa a otro o al menos intentar sembrar la duda hacia otros de manera que no tengamos que hacernos 100% responsables, con lo cual ya tenemos la disculpa servida. Decir simplemente “no sé, pero puedo aprender” nos cuesta mucho más que decir ” si fulano me hubiera dicho, hecho, advertido, hubiera estado aquí, entonces…”, así damos a entender que el fallo no es solamente nuestro, en vez de reconocer nuestra ignorancia ampliamos el número de responsables, será para que así toquemos a menos.
Paloma, muchas gracias por el comentario… ¡me reí mucho con aquello de que se quieren acercar a invadirnos! ¡qué pena! 😀