Si te estás planteando el asistir al próximo congreso anual de ICF, te recomiendo leer estas reflexiones. Ya sea un
Congreso Internacional de Coaching Vocacional, ya sea el Congreso ICF Europeo, o las Jornadas Profesionales de Coaching de ICF que te propongan... sigue leyendo.
Hace un tiempo tuve oportunidad de participar como tallerista en el Congreso Europeo de Coaching ICF en Madrid, en el que, tras muchos impedimentos por parte de los organizadores. Compartí cartel con algunos conferencistas que ya conocía de anteriores ocasiones, y otros que tenía mucho interés por conocer. Hoy parece que cualquier puede hacerse conferencista, por el simple hecho de haber presidido una compañía, ser ministro de un lejano país, o haber escrito un best-seller.
Llevo veinte años trabajando y aprendiendo en el mundo de la comunicación, y tras haber juntado experiencias de maquetación, diseño gráfico, comercial, escritor, formador, y mismamente conferencista, pude elaborar una metodología que todos los años imparto en varios cursos de una conocida escuela de negocios. Me temo que hay mucha gente que continúa en la confusión de que un buen rollito de una hora es suficiente para irse a casa contentos, y en parte comparto la idea. Pero sólo cuando hayan visto a algunos conferencistas de la talla de Jorge Valdano o Anthony Robbins, entenderán que el arte de ser conferencista requiere de muchas habilidades.
Desde mi punto de vista, y habiendo auditado a varios cientos de alumnos, son tres los pilares que analizo cuando observo a un ponente:
- El primer vector lo constituye la forma del mensaje, normalmente presentaciones en Power Point o videos interactivos. Aquí encontramos desde el que simplemente ignora cualquier posibilidad y piensa que leyendo desde la palestra va a conseguir el impacto deseado, hasta el que es capaz de incluirse en vídeos dinámicos que se generan en la propia conferencia.
- El segundo vector lo constituye los entregables: con los materiales que se aportan que desde luego, pueden ayudar a mejorar la composición gráfica de la ponencia o presentación. Por entregar, hasta se pueden dar caramelos si eso ayuda.
- El tercer vector lo constituye el orador y su contenido, en donde se puede encontrar desde la persona aburrida con la mano en el bolsillo, hablando en formato monovolumen y presentando desde una esquina, hasta un estupendo orador que involucra a la audiencia, se mueve por el auditorio como si fuera su propia casa, y es capaz de enamorar con su discurso aunque hable de una materia complicada. En el contenido del orador no basta con indicar los pasos que hayan llevado a conseguir el premio Nobel, además hay que indicar la estructura a la hora de contarlo, atar todas las ideas con ejemplos que lleguen a la audiencia y saber aportar una conclusiones que dejen los mensajes claros y definidos.En otras palabras, toda la audiencia tiene que entenderte.
Es importante no descuidar ningún vector, ya que de lo contrario, no se consigue la excelencia en el ámbito de conferencista. Repito, es importantísimo cuidar los tres vectores. Siempre me encuentro alumnos testarudos que piensan que no hacen falta materiales visuales para ser un conferencista espectacular. El que piense que no necesita una PowerPoint (o parecidos) porque su discurso está por encima de eso, simplemente está diciendo que se está limitando en comunicar a la perfección. Sencillo, se auto limita. En esos casos, prefiero dejar las referencias del TED (Technology, Entertainment, Design, una organización sin ánimo de lucro dedicada a las "ideas que vale la pena difundir), para que las estudien y comiencen a deslumbrar nuevos caminos.
Detallado este marco de partida, podemos analizar los conferencistas del pasado Congreso Europeo de Madrid ICF 2011. Desgraciadamente la propia ICF (incluso la internacional no parece ser muy cautivadora en sus planteamientos, e insta a los talleristas a no utilizar Power Points (“All sessions are to be highly experiential and engaging, therefore use of PowerPoint presentations is highly discouraged”)… ¡glup!, vamos en contra de uno de los vectores fundamentales. Parece que cuando se estudia coaching, se olvida lo básico.
Pero en España, y partiendo de un título muy motivador, re-inventándose, parecía incitar a romper moldes desde el primer minuto, y desde ese ángulo comencé la pasión por el participar en el congreso. Primero desde la semilla que se plantó con el presidente de ICF Francia donde pude detallar todas las ideas bases que utilizó para desarrollar su congreso. Después como componente del equipo de comunicación, encargado de hacer difundir el congreso a todas las personas. También como tallerista, en donde un comité europeo aprobó mi presentación de “Cómo conseguir la felicidad con herramientas de coaching”, basada en la Metodología Autocoaching. Y por último, también tuve oportunidad de que me acompañara el equipo de mi propia empresa con un stand en este caso con Happiness Play (uno de las herramientas estrellas de Autocoaching).
Congreso de ICF España Re-Inventándose
El marco de partida de los componentes de una buena conferencia, podemos analizar los conferencistas del pasado Congreso Europeo de Madrid ICF 2011 (así como ya habré auditado cerca de un millar de presentaciones). Recordemos que una persona puede ser un excelente escritor, pero no valer para dar una charla en público, o puede gustarnos mucho la música de un grupo, pero luego funcionar ante miles de personas en directo. No debemos aceptar el “todo vale” por el simple hecho de que sea una persona importante. A mí me da igual si ha sido presidente del gobierno, ha ganado un Nobel o ha creado una nueva escuela de coaching (por ejemplo la Escuela Europea de Coaching); cuando le escuche en una conferencia quiero que me transmita un mensaje que me haga vibrar.
No tiene mucho sentido criticar públicamente a tiro pasado el trabajo de los demás, ya que sólo vale para generar discordias. Haber argumentado a los propios compañeros las opciones de mejora profesional en el justo momento, sin que se hayan tenido en consideración, sólo deja camino a pensar en los motivos personales que mueven a ciertas personas. Más contradictorio es que, visto los errores básicos que han cometido al ignorar las sugerencias, alardeen después de su aprendizaje. En mi carrera profesional, un grupo reducido de compañeros de ICF España pasan al pódium de los profesionales con los que no trabajar, ya que presumen de su propia incompetencia.
Puedo haber aprendido nuevas técnicas para trabajar con la disciplina del coaching, pero eso no me hace olvidar toda mi carrera profesional en el mundo de la comunicación, de maquetador, diseñador, gestor de contenidos, consultor, comercial, profesor, gestor de contenidos, etc…, en donde siempre he intentado ofrecer la mayor profesionalidad posible. Añadida con otras actitudes indispensables como aprender, aceptar la opinión de los demás, y tener el valor de decir lo que sin miedo alguno. En fin, analicemos vector a vector el último Congreso Europeo de Coaching ICF en Madrid.
Primer vector: forma del mensaje
El re-inventándose que se sugería en el título del Congreso, pasó un par de semanas antes, por una plantilla para los conferencistas aburrida, con errores en su composición, y que huía de contrastes o formatos que estuvieran a la vanguardia del diseño gráfico. Es decir, el primer vector de todo conferencista, quedaba guillotinado por un formato limitado poco innovador. Sólo hay que comprobar las presentaciones que ya están compartidas en la web para comprobar que casi todas son muy sosas, con composiciones gráficas poco llamativas. Algunos pensarán… lo importante no es el powerpoint que le acompaña, es el mensaje que me transmiten. No creo que les guste conformarse con cualquier cosa. Lo importante es cuidar los tres vectores que se indicaron.
Lo mejor es tener referencias visuales, para comprobar el formato inquisidor y arcaico que se ha utilizado en el Congreso a la hora de manipular los contenidos gráficos. Tenían la excusa de homogeneizar los formatos (e incluso presumen de ello), pero han servido sólo para reducir la calidad de los materiales visuales. Juzguen ustedes si merecen la pena algunos de estos cambios, comprobando algunas de las slides presentadas y después el formato inquisidor que aplicaban:
Para los que entienden un poco de composición gráfica, podrán comprobar cómo está girado el título de la portada en el interior de la presentación, lo que dificulta su lectura (ojo, éste logo rompe algunas normas de básicas de composición del espacio al dejar huecos arriba a la derecha). Además, en la plantilla de las slides no se ofrecía un formato vertical (sólo horizontal) por lo que se descomponen algunas fotos de mala forma. Es importante respetar que haya algunas slides que no lleven el logo indicado, para poner un poco de impacto en la audiencia y generar contraste visual con algún mensaje interesante. Bueno, me dirán… el logo en todas (ya les habría suspendido), pero no se pierdan el ejemplo de Richard Barrett, que se estuvo casi toda la presentación con una slide sin los logos (normal… ¡muy bien Richard!). Para impresionar un poco más en este relato, ¿saben que me implicó indicar tales sugerencias visuales a mis compañeros? Que me echaran del congreso con un burofax a mi casa sólo dos semanas antes mediante (pero esto es parte de otro relato). Me temo que se creen un poco superiores de los demás, pero no hacen más que demostrar ignorancia.
El auditorio principal tenía un sistema de votación que permitía al público votar entre varias opciones, contabilizando los resultados en tiempo real... ¡qué mejor forma de involucrar a las personas! Algo maravilloso, que ya me hubiera gustado usar (porque las salas para los talleristas se otorgaron a dedo, pero eso también va para otro capítulo), pero, ¿saben cuántos conferencistas lo usaron? Uyyy… me temo que sólo uno, Bernard Lietaer… ¡enhorabuena Bernard!
Por supuesto, de videos, mejor no hablar, porque vi poca cosa. En resumen, ¿excelencia en este vector?, me temo que no, que más bien casi todos suspendidos.
Segundo vector: entregables
Aquí deberían aprender el significado de incluir una agenda con las ideas clave a transmitir, irlas recordando para que queden bien claras, y al final concluir correctamente con los puntos que se hayan transmitido. He de reconocer que a muchos también les habría suspendido en este vector, pero eso ya es para nota.
Tercer vector: orador y contenido
Aquí hay que sentirse orgullo, casi todos demostraron buena materia prima, aunque mejor ya cerrar esta entrada mencionando uno a uno y dando mi sensación personal:
- Julio Olalla, con quien es siempre un placer contar. Es la tercera vez que comparto cartel con él, y aunque el mensaje de fondo siempre es el mismo, no me aburro de escucharlo. Sabe involucrar a la audiencia y es un orador de primera. No llego a ponerle el 10, y prefiero un 9, porque le falta acompañarse en materiales visuales (como videos) para alcanzar la excelencia.
- Charles Eisenstein, el cual me perdí porque tuve que asistir justamente a Esade a dar clase de presentaciones en público. Pero curiosamente, ¡no tenía ninguna slide! (vamos un 33% de la nota fuera), y cuando volví en los últimos minutos me encontré que usaba un monovolumen y que apenas se movía. Quizás eso explicaba que había mucha gente dormitando. Me temo que no habría pasado del 6.
- John Whitmore, del que esperaba mucho más. Mucha más involucración del público, mucho más contenido (había mucho de su modelo GROW habitual), mucho más movimiento, más gancho. No sé, no pasaría de darle más de un 8.
- Bernard Lietaer, tuvo una gran intervención en la que involucró al público en cada momento (fue el único que pedía votar). El único problema es que me pareció un lenguaje muy técnico para el tipo de congreso que era., y que desde luego, necesita que alguien le empiece a hacer las slides mejor. Le daría un 9, pero con el material gráfico tan pobre, le bajo a un 8.
- Lisa Bloom, que tuvo un lleno total (¿alguien me puede explicar por qué no estuvo en el auditorio?... uy, perdón, que me echan de nuevo), y supo demostrar que era una excelente oradora. Sabía unas historias fantásticas, y por algo demostró que era una “cuentacuentos” maravillosa. Quizás le faltaba algo más de dinamismo, con algo de movimiento por la sala, y mejorar un poco las slides. Le daría un 8,5.
- Richard Barrett, que tuve la mala suerte de perderme, y parece que fue uno de los mejores. Una lástima.
- Richard Tarnas, al que francamente no llegué a entender, y me temo que no fui el único por lo que hablé con muchos compañeros. Una composición gráfica muy pobre que además sirvió para aburrir si cabe aún más a la audiencia. Pero tengo que reconocer que me encantaría volver a visionarla en video, porque creo que hay que repetir su charla varias veces para llegar a entender todo su trasfondo. Por ello, y porque creo que no ha sabido involucrar a todo el público, le pongo un 7.
Bueno, sobre gustos no hay nada escrito, pero las notas están argumentadas con un criterio. Un criterio que puede gustar más o menos, pero que no tiene nada de aleatorio. Sólo cuando has visto un 10 a la hora de presentar, es cuando entiendes la de posibilidades que se presentan. Fue un congreso carísimo (casi 1.000€ por persona) para lo que se ofreció. En esto Luis Carchak ha sabido ganarse el dinero... ¡supongo que se metió para su hucha! Pero claro, todo depende de lo que uno haya visto antes, ya que hemos visto congresos en Latinoamérica de mayor o igual calidad por un tercio del precio. Algo habrá que aprender desde ICF España, ¡a reinventarse toca!
Conclusión: utilizar el coaching para darle glamour y querer vender más... ¡ya quedó desfasado! Ahora le ponen las palabras emprendimiento, neuro-algo, digital, post-pandemia... etc. Pero ten cuidado y criterio, por más que se pongan el disfraz, muchas veces no valen el precio abusivo que piden.
Ya estoy enganchado esperando el resto.
Guido… ¿viste esta https://www.pedroamador.com/los-10-peores-coaches-encontrado-en-el-mundo-del-coaching? Un saludo.