¿Se puede educar en felicidad en la Universidad? ¿La u de la felicidad? Encontrarás a mucha gente hablando de felicidad que toman como referencias a algunos expertos académicos como los siguientes:
- En Harvard, Tal Ben-Shahar, doctor que dicta el curso “Mayor felicidad” y su cátedra está basada en encuestas y estudios de campo sobre las características y componentes que permiten vivir felizmente, a saber: realiza algún ejercicio, desayuna, agradece a la vida todo lo bueno que tienes, se asertivo, gasta el dinero en experiencias no en cosas, enfrenta tus retos, rodéate de recuerdos bonitos, frases y fotos de tus seres queridos por todos lados, saluda y se amable con otras personas, usa zapatos que te queden cómodos, cuida tu postura, escucha música, aliméntate bien, arréglate y siéntete atractivo.
- Sonja Lyubomirsky, doctora en psicología social de la Universidad de Stanford y académica de la Universidad de Carolina, que ya nos indica que el factor genético influye en un 50 % de nuestra felicidad, un 40 % depende de nuestra propia intención, del autocontrol y el 10 % restante de la felicidad del contexto. Además nos indica cómo ser felices: expresar siempre gratitud, cultivar el optimismo, evitar la comparación social, practicar la amabilidad, cuidar las relaciones sociales, aprender a perdonar, “fluir” más (cómo capacidad personal), saborear las alegrías de la vida, comprometerse con los objetivos propios, practicar la religión y la espiritualidad, ocuparse de nuestro cuerpo y alma, meditar, realizar alguna actividad física, llevar una alimentación saludable.
Llevo varios años como colaborador asociado en Esade Business School en algunos temas de docencia como proyectos y presentaciones efectivas, y con mi formación considero que la docencia ofrece dos líneas de actuación:
- En temáticas racionales -y que no admiten discusión- como el álgebra, el cálculo, la física, la gramática, el alumno tiene que saberse las reglas y aplicarlas. Sin discusión alguna.
- En temáticas más emocionales, como el dibujo, la música, el baile, la propia felicidad, etc., entiendo que el alumno debe partir de una base teórica (aptitudes) para luego desarrollar por sí mismo todas sus actitudes.
Pues bien, parece que para trabajar la felicidad, tema absolutamente emocional con una base racional, lo que predomina hoy en día son “ciertos gurús” que, basándose en la estadística como argumentos, comparten lo que a las personas hace felices, despreocupándose muchas veces de lo que al alumno le hace feliz. Es como si un profesor de dibujo en vez de enseñar a pintar, a conseguir que el alumno conecte con su expresión y cree un legado para el mundo, intentara sólo que copiara las obras que ya han pintado otros. ¿Se imagina la maquinaria de robots que surgirían?
Seamos serios, la felicidad tendrá una base (una definición, qué ventajas tiene, qué lecturas hay en el mundo, etc), pero a partir de eso, ¡déjense de tonterías de mirar la dieta, el que perdona, o el que es generoso! ¡Hay gente que no tiene para comer y no por eso pierde la felicidad!, y lo he comprobado personalmente en algunos de los pueblos más pobres del mundo. Por ejemplo cuando pasé hace unos años por un pueblo bien pobre de Birmania, en el Triángulo del Oro, ¡comprobé la gente más alegre y feliz del mundo!, y allí no tenían en sus casas televisores, ni teléfonos, y se comprobaba que no hacían casi nada de lo que decían los doctores de las dos universidades mencionadas.
En el 2013, y después de años de haber desarrollado metodologías que ayuden a las personas, he comenzado una asignatura completa en La Universidad Católica del Uruguay: “Cómo conseguir la felicidad con Autocoaching”, donde además de unas pinceladas teóricas de lo qué es la felicidad y qué se dice por el mundo, nos lanzamos a usar métodos prácticos para que cada alumno entendiera cómo buscar su felicidad. Repito, SU FELICIDAD, y no la deseada por la estadística de unos doctores de universidades de prestigio, ni por el profesor. Menciona una limitación y una aportación del uso de la estadística en la investigación y mejor aplicar el sentido común sobre la estadística (se muestra indispensable para no creernos todo lo que nos dicen las ciencias sociales).
Este es el guion de la asignatura:
Los participantes trabajarán con la Metodología Autocoaching que les guía para buscar y encontrar su felicidad (satisfacción, éxito, agrado, o palabra más afín a la escuela). La metodología invita a la persona a ser consciente de sus valores, creencias y sueños (Mi Yo Futuro), y desarrolla un proceso en el que se indican los pasos para saber cómo ser feliz. Con estos pasos se le apoya a que pueda identificar su realidad actual, entender lo que quiere en la vida (necesidades y preferencias), y a realizar los cambios que mejoren su estado de felicidad. Estos cambios estarán orientados a la consecución de unos objetivos que cada individuo establece en su correspondiente Mi Yo Futuro (sueños).
Todo el módulo pretende elevar el grado de consciencia del alumno para gestionar sus emociones, de modo que pase de tener preocupaciones a tener ocupaciones.
Ser feliz y conseguir rodearse de personas más felices es una necesidad, sobre todo en un entorno competitivo en que intangibles como el talento son cruciales para obtener mayores beneficios. Al final sólo las organizaciones que asocien de forma consistente y continua la felicidad a su estrategia con excelentes políticas de recursos humanos conseguirán una ventaja competitiva sostenible.
El módulo muestra las habilidades generales para mejorar la calidad y bienestar de vida en un contexto de cambio como el actual. Durante la realización de prácticos ejemplos de coaching, psicología y PNL se consigue la creación de planes de mejora personales de forma rápida y efectiva. En particular, los asistentes:
- Conocerán la técnica del coaching, breve historia, y sus tipos.
- La idea de motivar a las personas a dejar la queja a un lado, y a motivarse personalmente para comenzar a realizar cambios que repercutan en su propio beneficio y en el de los compañeros.
- Potenciar su motivación y entusiasmo para actuar y crear nuevas oportunidades y aprender las técnicas útiles para un cambio de actitud necesario para alcanzar el éxito.
- Aprender a gestionar los cambios, con sus componentes necesarios, entre los que destacamos el valor para comenzar el cambio, y el compromiso para mantenerse en la acción y conseguir el resultado deseado.
- La Metodología Autocoaching con la que aprenderán a definir su situación deseada identificando objetivos mensurables y claros. De forma resumida, estos son los componentes de la Metodología Autocoaching:
- Cómo estamos: Foto inicial de la felicidad de nuestra con la Rueda y el Mapa de la Vida.
- Qué queremos: Selección de los factores/condiciones de cada sector (o área de la vida) como si se realizara una Carta a los Reyes Magos o a Papá Noel. También la gestión de los distintos factores, indicando su necesidad, motivación, y ranking.
- Qué cambiar: Especificación de cambios a realizar, con sus fechas comprometidas, así como sus premios al conseguirlos.
- Detección de valores, creencias y creación de un Yo Futuro donde se especifican los objetivos futuros a conseguir.
El resultado fue más que satisfactorio, porque los alumnos (chiquilines como los llaman aquí en Uruguay) comenzaron a practicar en primera persona la realidad de convertir la queja (sin sentido) en energía para la acción. Una alumna se acercó a mitad del curso a decirme: “profesor tengo que agradecerle que antes entraba en mi casa y no paraba de quejarme, y desde que compruebo que soy responsable de mi felicidad, ¡ahora converso con mis padres y busco cosas que me lleven a ser más feliz!” (para mí uno de esos momentos que recordaré toda mi vida, y que ya ha pasado más veces en otros foros).
Además todos los alumnos hicieron uso de la plataforma de la felicidad HappinessPlay y después comprobamos un completo informe de clima de todos los asistentes, con la media de los valores de las ruedas de la vida, las principales necesidades, y sobre todo, un análisis de las tareas sugeridas a partir del conjunto de cambios que se proponían las personas.
También contamos con un invitado especial, Carlos Servián, que nos facilitó algunas ideas de las disciplina del coaching, y nos compartió experiencias de la atleta Deborah Rodríguez, en donde comprobamos lo importante que es luchar por los sueños.
El método socrático es el que mejor funciona a largo plazo para ayudar a las personas a meditar en su felicidad pasada, presente y futura… ¿a qué estás esperando para empezar a trabajar tu felicidad?
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