¿Coaching para todo? ¿Coaching para novatos? Parece que la filosofía del coaching conduce a algunos novatos a vivir en una nube todo el día. Me parece fabuloso, pero que paren de reafirmarse en que el sólo hecho de estudiar la técnica del coaching obliga uno a aplicar su filosofía todo el santo día.
Quiero compartirte algunas cosas que disfruto como persona, porque realmente sólo aplico el coaching cuando toca:
- Muchos días no estoy pensado en conseguir ningún sueño y sólo quiero que pase el día de la forma más ridícula que encuentre. Es decir, me gusta sentir que puedo perder el tiempo. No por eso dejo de saber y defender el coaching.
- Otros días no estoy alineado a mis valores fundamentales, ya que me permito mandar a alguien a una lejana galaxia, simplemente porque me apetece y me relaja mucho. Es decir, me gusta sentir que puedo decirle a alguien que se vaya a «tomar por c¤l0». No por eso dejo de saber y defender el coaching.
- Algunas veces me sorprende la de tonterías que pueden llegar a decir las personas, y por eso, me atrevo a decirlo. Es decir, me gusta sentir que puedo opinar de algunas memeces que escucho de gente bien tóxica. No por eso dejo de saber y defender el coaching.
- Otras veces no me apetece ni lo más mínimo cambiar, y creo que el mundo debe cambiar de una santa vez sin que yo modifique mi perspectiva. Es decir, y sin ánimo de incordiar a lo que pensaba Einstein, me gusta sentir que el mundo pueda parar tantas guerras sin sentido, sin que yo tenga que cambiar nada. No por eso dejo de saber y defender el coaching.
- Incluso hay días que no aplico el más mínimo respeto por lo que quiere la persona que está a mi lado, y le impongo lo que tiene que hacer. Es decir, me gusta sentir que le puedo decir a mi bebé que no me agarre la cuchara cuando le estoy dando de comer, y no plantearle algo como, “Nico, ¿qué te aporta agarrarme la cuchara?”. No por eso dejo de saber y defender el coaching.
¡A qué esto es vida! Sí, sí, sí, a todos los coaches aburridos que se han olvidado de todo lo que son las personas, les recomiendo poner los pies en la tierra y repetirse: «soy coach cuando hago coaching, además soy persona». Personalmente, sólo uso el coaching como técnica, y por eso tengo el valor de llamar a las cosas por su nombre.
Y ya sabes… para todo lo demás… ¡Mastercard!
Excelente nota sobre el trabajo de coach Pedro!
Si bien uno a veces tiende a hacer algunas cosas por “deformación profesional”, es necesario dejar la profesión o el trabajo de lado en los momentos en que dejamos el rol.
Muchas veces me obligo, en algunos momentos en los que DEBO ser profesional, a hacer el trabajo de actor, es decir, representar un papel, sin que influya mi estado de ánimo o mis ganas de mandar todo a volar,
En esos momentos, estoy cumpliendo un rol y el público espera que de lo mejor de mi, y cuando termine, puedo dejar mi vestuario colgado por ahí y ser yo nuevamente.
A mi me sirve mucho esta técnica.
Gracias por compartir
Daniel, muchas gracias por compartir este comentario… ¡muy enriquecedor!
Y muy agradecido si compartes el blog con tus amistades.
Muy atinado el artículo. A veces también sugiero la terapia de la Mandala. O sea, si alguien me molesta continuamente me doy el derecho de Mandala a la mier…. Saludos.
Muchas gracias por esta nueva terapia… francamente original y con humor. Saludos
Sos el Hit!:*
😀
Enhorabuena por el artículo, me ha encantado y lo más importante, me has hecho reír. Completamente de acuerdo con tu planteamiento. Comparto en redes, con permiso
Elena, un placer que te haya levantado una sonrisa. Y desde luego… ¡muy agradecido si lo compartes con tus amistades!
un saludo
Gran articulo,con una gran realidad. Similar a lo que pasa con ciertos grupos de trabajo que estan todo el dia a cuestas con su conceptos y preceptos olvidandose de tener los pies en la tierra. Y como dice el.autor,para todo lo demas.existe Matercard,aunque prefiero AmericanExpress. Saludos.
Alejandro, muchas gracias por el comentario. Y como indicas, también prefiero AMEX… Muchas gracias si compartes el blog con las amistades.