¡Un bebé te cambia la vida! En las últimas semanas habré escuchado esta frase cientos de veces. Y por tanto quería analizarla una vez que tuviera en mis manos a mi precioso hijo Nico que acaba de nacer días atrás. Tras los comentarios de todas las personas me imaginaba un punto de inflexión en mi vida, en donde todo tomaría una nueva perspectiva.
Pero no ha sido así, porque si bien estoy encantado con el suceso, tan sólo se han reafirmado algunas ideas que he ido adquiriendo en los últimos años al disfrutar y alcanzar un grado de consciencia mayor. Dicho esto, que puede sonar para algunos como una arrogancia, prefiero compartir las ideas que mi cabeza está generando en los últimos días.
Para empezar el nacimiento de Nico no fue precisamente el momento más feliz de mi vida, como así le ocurre en otras personas (como se ve en algunas historias de la felicidad del libro-blog de la felicidad). Nico nació de cesárea y cuando los doctores me llamaron con ahínco a que viera cómo sacaban al niño del útero me mostraron cómo tres vueltas del cordón umbilical rodeaban la cabeza del niño y hacían imposible el parto natural. Menos mal que la Naturaleza es sabia, pero a mí siempre se me quedará la imagen de mi hijo “como atrapado” por una estructura “tipo Alien”. En ese momento me asusté, y recordé la fragilidad de la vida. Mi cara cambió por momentos y agradezco la gran pericia que tienen los médicos en estas situaciones.
Para muchas personas cuando tienen en sus manos un bebé, especialmente su hijo, es cuando comprenden que la vida de una persona puede terminar por un simple resbalón, quizás por ignorancia, y activa en el cerebro un montón de alertas de cuidados extremos. Esa generación de alertas, si no son bien gestionadas pueden llevar a una parálisis mental que limite el sentido común, con padres sobreprotectores. En mi caso dejo a un lado ese miedo y más que preocuparme sin sentido, me hace ocuparme de forma consciente.
Personalmente pude atender al proceso de estar vivo un poco después de recuperarme del accidente en el que una moto me llegó a matar casi por completo. En ese momento comprendí que la vida es muy frágil, y que hoy puedo estar escribiendo estas líneas, pero mañana cualquier fallo del cuerpo humano, o agente externo no previsto, puede acabar con mi vida. Entonces comprendí que puedes estar toda tu vida preocupándote de todas las cosas por las que tu vida puede acabar, u ocupándose de entender bien el contexto para tu supervivencia.
La verdad, mi hijo no me ha cambiado la vida (emocionalmente hablando), sólo me ha reafirmado algo que ya entendí hace tiempo: la vida es algo maravilloso, y no disfrutarla, es un pecado mortal. Que tu vida cobre sentido porque ahora tienes que cuidar a otra persona, es ignorar que uno tiene que vivir primero para dar cariño a los que te rodean.
Bueno, lo cierto es que tengo que reconocer que ahora se suma el aliciente de poder enseñar a mi hijo a que no olvide nunca esta enseñanza. Como buen padre, se me cae la baba cada vez que tengo a Nico en mis manos y le puedo dar un montón de besos. ¡Gracias Nico por recordarme la belleza de la vida!
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Felicidades Pedro, lo que dices es cierto, el momento del parto es tensionante a mas no poder y te entra el pavor de ver lo fragil que piensas que es un bebe, y si la vida es Bella y hay que disfrutarla a cada segundo, pero te aseguro que al tener a NICO como lo tienes en esa foto, hace que te sientas el rey del mundo.
100 años de salud y felicidad a tu hijo y felicidades a ti ya los tuyos, desde México un abrazo
Felicidades, dicen que por cada niño que nace crece la esperanza de un mundo mejor. Por eso la llegada de los bebés al mundo son siempre simbolo de alegría, de milagro, de esperanza. No necesitamos que Nico sea un héroe, solo que viva feliz y consciente de que el mundo no es nuestro, es de todos. Hay dos tipos de padres/madres, los que disfrutan con ell@s, y los que sufren por ell@s. Te deseo el primero de los casos. Un beso
Muchas felicidades y a disfrutarlo!!!!
Enhorabuena!!!
por cierto, las sábanas son feas de cojones!
Gracias Álvaro... ¡así me gusta!, ¡biendo lo más bonito de la foto! :D
¡¡¡Muchísimas Felicidades Pedro!! a tí y a tu pareja. Lo que sin duda va a aportar Nico es ingenio para nuevos post. De los que tanto nos "mueven" y disfrutamos. Un cordial saludo
¡Felicidades! Yo te voy a hacer un comentario, Pedro. Un nacimiento puede NO cambiarte la vida. Tu hijo te la va a hacer cambiar día a día. Tu cambio será tan progresivo que hasta dentro de unos años no te darás cuenta. Entonces dirás: "pues ya no recuerdo mi vida cuando Nico no estaba".
Santiago... después de tres meses... ¡tienes toda la razón! :D
Re lindo :) ¡Felicidades!