Quejarte de nada o de todo... ¿Estás cansado de que todo el mundo te diga que tienes que ser más positivo? ¿Sientes que la vida es una cadena de desgracias y que nadie te entiende? ¿O sientes que te ahogas en las quejas? Si es así, entonces este reflexión para ti. Te comparto cómo quejarse de nada o todo, sin importar qué.
"Resentimiento o disgusto que se tiene por la actuación o el comportamiento de alguien", o la "reclamación o protesta que se hace ante una autoridad a causa de un desacuerdo o inconformidad".
Tenemos que quejarnos bien para que nos hagan caso
Aprender a quejarse es como conocer la diferencia entre observar y ver. La queja en sí no es mala, pero mal gestionada no vale para nada. El lamento sin sentido no vale para mucho, pero la queja bien aplicada es una herramienta poderosa que todos podemos utilizar para mejorar nuestras vidas. Si nos quejamos bien, podemos obtener lo que queremos y merecemos. Y evitar el descontento no aporta valor a que se mejore la incidencia.
Nos encanta estar a la moda, siempre parece que hay que ser cool para que la gente nos mire con mayor asombro. Aunque ahora con tanta polarización de ideas, parece que hay gente que defiende una cosa y gente que lucha por la contraria. Con las quejas es fácil comprobar dos tendencias claras:
Aprendamos a dejar de quejarnos con una estrategia sencilla. Hay que tener poder interior y controlar el resentimiento. Así que cierra los ojos y repite conmigo: "no te quejes de nada, porque todo puede ser peor". Vuelve a cerrar los ojos y repite antes de quejarte "todo puede ir mal, así que no te quejes de nada". Ahora respira profundamente y antes de caer en el próximo lamento, repite conmigo "acepta las cosas como son y sigue adelante".
En algún sitio podrás escuchar, «ya no quisieron cantar, sino que descolados y cabizbajos se fueron yendo para sus casas respectivas»... pero ¡grita! ¡llora! ¡lanza tu protesta al aire! ¡No estás conforme! Respira de nuevo. ¡Aplica más resiliencia! Pero no te quejes, porque la nueva filosofía oriental de dice que no sirve para nada.
¡Glup!
¿Cansado de ser siempre de los buenos? Los que siempre tienen que hacer todo bien, los que siempre tienen que aguantar todo sin decir nada. ¡Pues vamos a quejarnos de esta mierda de vida! ¡y que le chinguen al que no nos pueda con nuestras quejas! ¿Me acompañan? Qué más da, todo terminará igual de mal de todas formas.
Primero quiero mencionar que estoy cansado del actual Presidente de Gobierno que nos ha hecho hundirnos en una de las mayores crisis. Ahora que lo pienso, también me repugna el anterior, porque parece que no hizo nada para prever todo lo que está pasando ahora. Y ya puestos, también estoy descontento con el anterior del anterior, porque parece que imitaba a todos los demás. Para no bajar el listón del desazón, extiendo el reclamo a todo el que haya gobernado hasta la fecha en mi país, y supongo que así habré llegado a la época prehistórica. ¡Esta democracia no tiene sentido!
También estoy aburrido del banco que me atiende, porque ahora no me quieren prestar dinero y en cambio me siguen cobrando hasta por respirar. Del otro banco en el que también tengo mis ahorros, me voy a quejar también, porque en vez de saber aprovechar la oportunidad de un nuevo cliente, dicen que mi histórico aún no es el debido. Y la sinceridad ante todo, el Ministro de Economía es un mediocre, por no saber explicar a los bancos cómo tienen que tratar a un cliente. Ahora que lo pienso, me parece que el Fondo Monetario Internacional también es un desastre porque no paran de intentar salvar a países con los que simplemente se está especulando. Mejor sería que les despidieran a todos, y que nos embarga algún paraíso fiscal, que parecen guardar mucho dinero.
Acaba de pasar el día del trabajo, así que ¡a lamentarse de la faena! De mi jefe mejor no digo nada, porque me puede estar escuchando. Pero también me parece una mala persona que no tiene ni idea de lo que hace, y supongo que ha llegado al puesto porque conoce a alguien. ¡Te odio jefe! La empresa estaría mejor si te despidieran de una maldita vez, ¡y se fuera al circo!, donde encontrará un lugar para sus tonterías. En mi empresa son unos vagos, y da vergüenza que se paseen tan tranquilos. Esto está lleno de incompetentes profesionales, y mejor no sigo porque no acabo nunca… ¡estoy rodeado de bobos que no paran de decir tonterías!
¿Pero es que nadie mira el periódico que leo para entender lo que pasa en el mundo? ¿Es justo que haya tantas cosas por hacer en el mundo y nadie haga nada? Hasta que no me hagan caso de una santa vez y apliquen una transformación cultural, no vamos a salir de esta.
La persona que critica se llama criticón o criticona y es una persona que critica o lo censura todo. Y queda mucho más... así que es un buen momento para recordar la entrada donde indico reflexiones para personas que se quejan por todo.
Todos tenemos algo de responsabilidad, porque en vez de atender a lo que nos están diciendo y cortar de la mejor forma, echamos muchas veces más leña al fuego. Reconozco que en el pasado he sido un especialista, y me costó un poco aprender a dejar de quejarme. Quejarse es gratis, no requiere pagar impuestos, y puede hacerse todo el día. Es divertido para desestresarnos unos minutos, pero continuar en la queja de forma continua… sólo implica ganarse una enfermedad de por vida. ¿Quieren estar sanos y vivir más años?
No caigas en ningún ejemplo de ignorancia. La queja es una herramienta poderosa que todos podemos utilizar para mejorar nuestras vidas. Si nos quejamos bien, podemos obtener lo que queremos y merecemos. Así que no tengas miedo de quejarte, ¡hazlo bien y obtendrás lo que quieras! Conviertan sus quejas en energía para la acción… ¡YA!
Esta web usa galletitas