Pensando en mi princesa prometida. Me tomé el pulso en la muñeca, porque sentía que quizás ya no circulaba más la sangre. Al ponerme la mano en el corazón sentía un maldito pinchazo. Supongo que asociamos mucho la idea del corazón a la vida y el amor, y por eso nos parece que se nos encoje cuando echamos de menos a alguien. Quizás sea una sencilla asociación mental. O quizás no.
Entonces miraba a mí alrededor. Lo cierto es que todo seguía donde tenía que estar. Las sillas servían para sentarse, las mesas reposaban cosas, y los cuadros adornaban las paredes. Pero nada era igual. Nada tenía ya vida. Nada parecía importar.
“Si no vuelves no habrá vida, no sé lo que haré”, escucha mientras por mis oídos. Pero tampoco parecían las palabras significar nada, porque en mi retina sólo se reflejaba su última sonrisa, su última caricia, y su dulce mirada de niña pequeña acariciando mis ojos.
Ojalá no la hubiera conocido nunca. Ojalá nunca se hubiera cruzado en mi camino de nuevo. Ojalá nunca me hubiera recordado que existen los cuentos de príncipes y princesas. Porque así sería todo más sencillo. Así podría entender mejor el sentido de mi vida. Así podría saber que mañana me quiero despertar.
Ella nunca lo sabrá… quizás no tenga ni idea de lo que hay en mi corazón. O quizás sí…
Esta web usa galletitas
Ver reflexiones y comentarios
Cuando mi hija era pequeña nunca tenía sueño, era una constante pelea todas las noches la hora de dormir, que yo intentaba solucionar con los cuentos. Las dos en la cama muy juntas, no, juntas no, pegadas, leíamos un tradicional cuento con luz, al que seguía el "ahora el cuento sin luz, mamá", porque ése era el cupo para intentar dormirla, un cuento leído con luz y un cuento inventado que se hacía interminable sin luz. En aquel cuento sin luz, que se alargaba y alargaba dependiendo del sueño de mi princesa con la boca de fresa, cuantas veces me quedé dormida y ella me despertaba diciendo "mamá sigue si no me he dormido o mamá ¿qué pasó luego, que le dijo, y, y ...? En mis cuentos sin luz los personajes y personajillos se me agotaban, llegamos a los seres más diminutos e inverosímiles posibles pero, reconozco que los príncipes y las princesas eran unos de mis favoritos, era fácil inventarles una bonita historia, una maravillosa historia con un maravilloso final.
Allí se quedaron los príncipes y las princesas, enganchados en los ositos, nubes o las blancanieves de las sábanas de mi hija, en sus peluches y sus muñecas que "también escuchan el cuento, mamá", colgados en la estrellas de la lámpara de mi siempre "princesa con la boca de fresa". Hace mucho que ya no existen, solo eran cuentos....
Paloma, muchas gracias por el comentario... ¡realmente tierno! Es verdad que son cuentos, pero depende de nosotros que sepamos crear relaciones que funcionen día a día... Hay que saber hacer del cuento un bonito símil que nos haga vivir con ilusión. Pero siempre con responsabilidad,
Saludos
Quizás, quizás, quizás...algún día.
:D
Me ha emocionado, precioso, con el alma, y la canción maravillosa, la he escuchado dos veces seguidas, jajá. Muchas gracias, el amor llega donde menos se lo espera, estoy segura que para el principe de la felicidad, de la sonrisa, hay una princesa. Gracias por lo que regalas.
Muchas a gracias a tí por el comentario... ¡no dejes de compartir una buena sonrisa y mucho amor!
Porqué nunca lo sabrá?, quizá ella te espera...
Claudia... quizás, quizás, quizás... nunca se sabe :D
Wuaoooo...!!!! UN FUERTE ABRAZO DESDE MÉXICO PEDRO
Eva... ¡un fuerte abrazo desde Europa! :D
La princesa prometida, muy bonito Pedro, un abrazo y beso :)
Rosa, muchas gracias por el comentario. ¡A ver si vuelve esa princesa! :D
Siento que estes triste... Me ha parece muy bonito el video... triste pero bonito. Un beso enorme
Muchas gracias por el comentario. La canción la descubrí hace pocas semanas, y me tiene totalmente loco :D
Buff... me gustaría poder hacer un comentario que estuviese a la altura pero estoy segura que no sería capaz. Es puro sentimiento!!!. Por otra parte, lamento que estes triste, ya sabes son cosas del desamor... hay que pasar el duelo, el luto y a renacer de nuevo con sentimientos renovados!!.Hay cientos de princesas.Mira en la Bolsa porque la que escogiste cotiza a a baja!!. Besotes y mucho ánimo!!
María José, muchas gracias por el comentario, siempre valioso. Ya se me pasó la tristeza... ¡hay mucho que vivir! :D