Sí lo reconozco, ya sé que a mucha gente le va a sentar mal lo que digo, pero realmente adoro a este presidente de los Estados Unidos. Todo el día ofrece titulares de lo más llamativos, y en muy poco tiempo ha conseguido que sus noticias sean muchísimo mejores que las que nos brindaba Bill Clinton con su becaria. Buena basura para mantener a las audiencias mediáticas más exigentes. Cuando no es con Rusia, es con China, y seguro que acabará criticando a Dubai.
Este señor nos brinda a diario una telenovela de alto calaje profesional. Todas las malas prácticas que nunca nos imaginaríamos que iban a pasar, pero que finalmente hemos visto en empresas como Volkswagen, ahora son llevadas de forma particular por la persona que se supone que dirige al país más importante del mundo. Y cuando digo malas prácticas lo digo como un eufemismo, porque realmente este señor está en un nivel superior.
Les voy a compartir una reflexión. Es de todos sabidos que acaba de aplicar un decretazo ley que prohíbe la entrada a EEUU de ciudadanos de siete países (incluso los que tienen doble nacionalidad). Al margen de los recursos y como acabe la cosa, no voy a entrar a comentar si la medida tiene sentido o no. Sobre el contenido podríamos estar horas evaluando los pros y contras de si merece la pena poner estas barreras. Ahora bien, sobre la forma hay un punto que es indiscutible: no existe criterio lógico alguno para elegir esos siete países. Ninguno. Si alguien se piensa que son los países que defienden el ISLAM, que consulte la Wikipedia, es fácil. Si alguien se piensa que son los que incuban el terrorismo, que también consulte en Wikipedia qué países colaboran a esas causas.
El problema no es Donald Trump, que para mí lo hace muy bien a la hora de hacer dinero sea como sea. El problema es que el resto de países no se atrevan a cerrar las fronteras a todo producto que venga de países con presidentes que violan los derechos fundamentales. Debería ser ilegal aceptar productos de países que abusan de niños, o de las condiciones de vida de familias enteras. Debería ser ilegal aceptar empresas con cuentas en países con secreto bancario. Debería ser ilegal importar productos de países que no cumplen la declaración de los derechos humanos.
Insisto, no me preocupa el pato Donald este, me preocupa que nadie le plante cara. Y mientras no le planten cara, tendremos telenovela para rato. A mí me tiene entretenido.
Y no te pierdas la de videos de AMERICAN FIRST que están creando...
Esta web usa galletitas
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Estoy de acuerdo, especialmente en el final del articulo, de hecho, hace casi medio año ya anticipé, en un blog personal, los problemas que, con la excusa de los refugiados, podían aparecer, y proponía hasta seis soluciones.
Yo no destino demasiado tiempo a estas actividades, mi edad y conocimientos me han dirigido hacia otros usos del tiempo, no obstante, me alegra ver que, aunque tarde, algunas de mis ideas no estaban tan desorientadas, evidentemente todo esto tiene, como también anticipaba en dicho articulo, que solo hay un problema, es la falta de capacidad de decisión de los politicos ante las fuerzas que "ellos mismos" denominan "el mercado", en definitiva del capital especulativo.
Jose Fco, gracias por el comentario... y apena ver que la avaricia por el dinero acabe rompiendo la poca coherencia que queda.
Muy de acuerdo con esta reflexión, Pedro. Como se viene diciendo, a Trump lo hemos creado nosotros en realidad, permitiendo jugadas y cerrando un ojo cada vez que se cometía un gesto contrario al sentido común, a la ética empresarial y a los derechos humanos en nombre del dios Progreso.
Ahora toca cambiar la forma de recapacitar y empezar a hacer en lugar de callar o simplemente decir.
Muchas gracias por el comentario, como dices tenemos diversión para rato.
Tampoco deseo analizar si lo que hace está bien o no. Como dice el dicho "para gustos y colores, no han escrito los autores", pero lo que si tengo que rescatar de este personaje de Disney, el Pato Donald T, es que subió al poder y sin temblores empezó a hacer lo que había ofrecido, locura o no, pero lo está haciendo. ¿Qué nos espera?, solo esperar a ver como acaba esta telenovela. Tenemos para 4 años de capítulos que se pueden extender a 4 años más. Al menos vamos a estar bien entretenidos.
Julio, muchas gracias por el comentario, como dices tenemos diversión para rato.