Si estás buscando un trabajo, este post es para ti. Aprenderás cómo encontrar un trabajo que te haga feliz.
No busques trabajo, haz que te busque a ti. Parece una afirmación un poco loca, ¿verdad? Sin embargo, si piensas en ello, tiene sentido. Si estás buscando activamente un trabajo -¿quizás saber cuánto es el salario mínimo en Dubai? ¿quizás trabajo en Uruguay para extranjeros?, ¿quizás buscar trabajo fuera de España?- estás poniendo toda tu energía en una sola cosa: conseguir un trabajo. Aunque, ¿y si en lugar de buscar un trabajo, buscas una manera de hacer que te busquen?
En algunos casos me gusta compartir ideas de otros autores, y en este caso quiero mencionar la reflexión antigua de “No busques trabajo” Risto Mejide. Tiene un escrito espectacular, que busca despertar nuestras neuronas más dormidas. Aboga a que se deje de buscar trabajo , cuestión que transforma en acciones mucho más acordes con la realidad.
Algunos fragmentos del texto...
No busques trabajo. Así te lo digo. No gastes ni tu tiempo ni tu dinero, de verdad que no vale la pena. Tal como está el patio, con uno de cada dos jóvenes y casi uno de cada tres adultos en edad de dejar de trabajar, lo de buscar trabajo ya es una patraña, un cachondeo, una mentira y una estúpida forma de justificar la ineptitud de nuestros políticos, la bajada de pantalones euro-comunitaria y lo poco que les importas a los que realmente mandan, que por si aún no lo habías notado, son los que hablan en alemán...
... Por eso me atrevo a darte un consejo que no me has pedido: tengas la edad que tengas, no busques trabajo. Buscar no es ni de lejos el verbo adecuado. Porque lo único que te arriesgas es a no encontrar. Y a frustrarse. Y a desesperarte. Y a creerte que es por las frases de cuando te echan la culpa de todo. Y a volverte a hundir.
No utilices el verbo buscar.
Utiliza el verbo crear. Utiliza el verbo reinventar. Utiliza el verbo fabricar. Utiliza el verbo reciclar. Son más difíciles, sí, pero lo mismo ocurre con todo lo que se hace real. Que se complica.
...
Es un ejemplo de verdad como un templo… vivimos tiempos en los que nos tenemos que reinventar cada día. Ya no vale eso de me casé para toda la vida, o qué bueno es mi trabajo que tendré de por vida. Cada día hay que poner un granito de arena, y no tener miedo a afrontar nuevos retos. Es por eso que la técnica del coaching ayuda mucho en este despertar, pero sin angustiarse, las personas pueden cambiar.
Incluso es ejemplar cómo te hace pensar en nuestras habilidades: “Mejor búscate entre tus habilidades. Mejor busca qué sabes hacer. Qué se te da bien. Todos tenemos alguna habilidad que nos hace especiales. Alguna singularidad. Alguna rareza. Lo difícil no es tenerla, lo difícil es encontrarla, identificarla a tiempo. Y entre esas rarezas, pregúntate cuáles podrían estar recompensadas”. Personalmente, estoy mejorando muchas habilidades de ingeniero que tengo, y preparando nuevos proyectos que dejan a un lado la ciencia de la felicidad.
Comparto el mensaje y está en la línea que siempre intento transmitir en este blog. Pero siempre fascina como hay muchas personas que en vez de intentar entender el mensaje, buscan sin parar reflexiones de quejarse al comunicador. Por ejemplo… “Es muy fácil escribir el artículo siendo un publicitario con una cola de clientes llamando a la puerta de Aftershare.tv y con unos ingresos mensuales que dejarían boquiabierto a más de uno”, que digo yo, ¿qué importa quién sea si lo que pone debe ser motivo de reflexión? Prefiero a la persona que escucha a los demás.
Después de leer esta reflexión de Risto Mejide, queda claro que el mundo del trabajo está cambiando. No buscar trabajo, sino buscar oportunidades es la nueva forma de conseguir un buen empleo. Esto significa que debemos estar dispuestos a aprovechar las nuevas oportunidades que se presentan, y no limitarnos a buscar trabajo de la manera tradicional.
Quizás habría que ampliar el titular, para que mucha gente lo entienda mejor: “No busques trabajo, deja de pensar”.
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