Al comenzar un nuevo año o una nueva etapa, es común reflexionar sobre nuestras vidas y plantearnos qué es lo que verdaderamente merecemos. Frases como «No me merezco pasar por esto», «no he hecho nada para que me pase todo esto», «con todo lo que hecho yo, no me merezco esto», «yo no merezco esto», son de las frases que más se escuchan en tiempos de crisis. Mi respuesta siempre es la misma, «bueno, ¿y?». Pero, ¿realmente hemos comprendido el significado de 'merecer'?
Para ser franco nunca he comprendido muy bien lo que se merece cada uno. ¿Cómo definimos lo que merecemos? ¿Es el merecimiento una medida de nuestros esfuerzos, nuestra honestidad, o algo más profundo e intrínseco? Cuanto más compruebo las creencias con las que nos han programado en muchas culturas, más entiendo que son puras tonterías que cuesta argumentar racionalmente. ¿Que con esfuerzo se consiguen las cosas? O no. ¿Que la honestidad es clave para ganarse la vida? O no. ¿Que la mayoría de la gente tiene más suerte que yo? O no. ¿Qué querer es poder? Mi provocación favorita, que comparto en conferencias motivacionales.
En nuestra búsqueda por entender lo que 'merecemos', la psicología nos aporta algunas ideas. ¿Alguna vez te has preguntado cómo se forma en nuestra mente la idea de lo que merecemos? Esta percepción no surge de la nada; está arraigada en nuestras experiencias, educación y cultura. Desde pequeños, las interacciones con padres, profesores y compañeros comienzan a moldear nuestras creencias sobre lo que merecemos. Si somos recompensados por ciertas acciones o comportamientos, empezamos a asociar esos actos con un sentido de merecimiento. Por otro lado, si enfrentamos críticas o desaprobación, podemos comenzar a creer que merecemos menos.
A medida que crecemos, estas ideas iniciales se complican con experiencias más amplias, además se van formando los gustos de una persona. Los éxitos y fracasos, tanto personales como profesionales, refuerzan o desafían nuestras nociones de merecimiento. En este punto, la psicología nos dice que nuestras creencias sobre el merecimiento pueden convertirse en profecías autocumplidas. Si creemos firmemente que merecemos felicidad y éxito, nuestras acciones y decisiones tienden a guiarnos hacia ellos. Por el contrario, si estamos convencidos de que no merecemos ciertas cosas, es posible que inconscientemente nos auto-saboteemos.
La influencia de la cultura y la sociedad también es crucial. Cada cultura tiene sus propias normas sobre lo que se considera 'merecedor' de recompensa o reconocimiento. Estas normas pueden influir en cómo nos vemos a nosotros mismos y en lo que creemos que merecemos en la vida. Por lo tanto, la percepción del merecimiento es una interacción compleja entre nuestra psicología individual, nuestras experiencias de vida y el contexto cultural en el que vivimos. Reconocer y entender esta dinámica puede ser el primer paso para redefinir lo que creemos que merecemos y, en última instancia, para transformar nuestra búsqueda de una vida plena y satisfactoria
Cuanto más comparto algunas de estas creencias con mis alumnos, más me doy cuenta de que personalmente las tenías clavadas y las defendía sin sentido hasta la muerte. Si miro hoy en día las portadas de un periódico, las cambiaría por completo: «para tener éxito y dinero, miente sin piedad, pisa el cuello de todo el que se te ponga en el camino y olvídate de la persona que no cumple las normas». Fórmula garantizada para que no te falte el dinero, es más, en este mundo tan racional añadiría aquello de «fórmula científicamente probada para conseguir el dinero que dicen merecerse».
No sé, yo me merezco todo lo bueno que la vida tiene para ofrecer. Me lo merezco por todo el esfuerzo y la dedicación que he puesto en mis metas. A veces, escucho frases como "no te merezco" y eso me hace reflexionar. Pero sé que merezco amor, respeto y felicidad. No quiero vivir bajo la sombra de frases negativas, prefiero rodearme de palabras positivas que me impulsen a seguir adelante. Yo me merezco ser feliz y lucharé por ello.
Quizás no te mereces ni el aire que respiras… ¿realmente lo valoras? ¿seguro te lo mereces? Gracias vida.
Seguro te gusta este video con las mejores cosas de la vida.
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a mi nunca me ha gustado ese enfoque... y comenzaría con el titulo del post... lo cambiaría por "Esto no me merece" ... así con todo...
partir de la idea que somos lo mejor que le puede suceder a nuestros problemas, novia, familia, trabajo.... dejar de desgastarse por algo que no nos merece...
Muy bueno, me has recordado una frase de uno de mis mayores referentes, Facundo Cabral, que decía: "NO TE QUEJES, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas, ya son ganancia" Estoy contigo, Pedro, ¡gracias vida! Feliz domingo para ti
Je je Beatriz, yo no tengo claro si nací desnudo o me trajeron de alguna fábrica :D |Feliz domingo!