¿Se han dado cuenta de lo que nos rodea? ¿Realmente son conscientes de la diversidad de colores y sabores que tenemos a nuestro alcance? En la última cena de Navidad en familia contabilicé todo esto:
Seguro que me dejo muchas cosas, ¿pero se dan cuenta que estamos más unidos de lo que pensamos? Demasiados políticos alimentan el rechazo a otras culturas, pero tarde o temprano se acabarán uniendo. Es evidente que éste es un único Planeta en donde cabemos todos, y cuanto más tardemos en entenderlo, más tardaremos en comprender el espíritu de los villancicos. ¡Hacen falta líderes que unan! ¡Líderes que sepan escuchar! ¡Líderes pegamento! Los demás, que se queden en casa a observar lo que les rodea. Esperemos que el espíritu navideño no se quede como fachada de unos días…
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Es cierto, siempre ha sido más fácil romper que construir. En nuestros líderes existe un sentimiento generalizado de establecer actuaciones y formas de gobernar que satisfagan a una mayoría, pero por otro lado tienen un respeto y preferencias de actuación y complacencia con las minorías. A éste actuar es a lo que yo declaro falta de liderazgo. El liderazgo debe de actuar y convencer a las mayorías más representativas, pero de igual forma deben de arrastrar a esas minorías .Esa es la dificultad de un líder y lo que lo distingue, el transmitir y conexionar minorías, que en ocasiones son las que fomentan los desequilibrios y fracasos de las mayorías de sentido común y sufren las trabas de líderes minoritarios que aprovechan la falta del verdadero líder representativo.
Malos tiempos corremos por la falta de liderazgo y las oportunidades dadas a líderes minoritarios. Sólo una sociedad de altura rechazará éstos.
Ese pegamento se llama sentido común, colaboración, participación...