Las expectativas, ¿conoces cómo influyen las expectativas en tu vida? ¿Quieres conocer ejemplos de expectativas? ¿Cuáles son las expectativas de una persona? ¿Y las expectativas de los clientes? ¿Qué expectativas nos ponemos inconscientemente? ¿Qué son expectativas? Ahora es muy habitual escuchar de las expectativas de la experiencia del empleado, o expectativas de los clientes, pero es una cuestión que se trabaja desde hace mucho tiempo en cualquier áreas del marketing.
Es curioso, la mayor forma de generar estrés es cuando no se cumplen nuestras expectativas. Nos hemos imaginado desde el primer momento que las cosas iban a ocurrir de una determinada forma, creamos una expectativa, y cuanto más se desvía de la realidad, más nos angustiamos. Este fundamento lo entendí hace unos años al estudiar marketing y gestión de calidad, en donde al cliente siempre hay que darle lo que tiene en la cabeza, ni más ni menos. Para entenderlo mejor, retomaré el ejemplo de mi primer libro, “Autocoaching: cómo conseguir lo mejor de uno mismo” (Ed. Gran Aldea).
Ejemplos de expectativas
Imagina un típico día de verano. Tan caluroso que te lo pasas bebiendo agua fría. Al quedarse sin agua, te acercas a un establecimiento nuevo que han abierto cerca. Entras a pedir una botella de agua y ves un llamativo cartel que dice: “Botella grande de agua 1€”. Sin pensarlo dos veces pides al dependiente una botella grande de agua.
Bien, bien, el problema ya ha comenzado, y quizás no te hayas percatado: ¿qué entiende el dependiente por grande y qué entiendes tú? Ya que es un ejemplo, me vas a permitir que sea yo quien fije que para este caso entiendo por grande una botella de un litro de agua. Para nuestra hipotética situación existen ahora tres escenarios:
1) El encargado te ofrece una botella de un litro (o litro y medio según te lo imagines), le pagas y te marchas tan tranquilo. No ha sido nada complicado, y no dedicas ni medio segundo a pensar sobre esta actividad, ya que es algo que realizas de forma habitual e inconscientemente.
2) Pero, supón ahora que te ofrecen una botella de medio litro y que el dependiente, al comprobar tu rostro de decepción, murmura entre dientes: ¡Es la más grande que tenemos! y a su vez contraataca con una cara de esas que dicen si no te gusta, ya sabes dónde está la puerta. Al producirse este incidente se lleva al consciente el proceso de compra: te ofrecen menos producto del que esperabas comprar. Rápidamente, buscas la solución: comprar dos botellas de medio litro si realmente tuvieras mucha sed o ver si sería suficiente con medio litro. En este caso ha sido fácil, pero, sea como sea, se crea una pequeña idea en el inconsciente, algo como: Aquí no tienen ni idea de lo que significa grande o, ya decía yo que una botella grande no podía costar tan poco. La vida no es fácil, ¿nunca te ha pasado?
3) ¿Y si te dieran una botella de cinco litros? Para empezar, te quedarías a cuadros, porque cinco litros por 1€ es más que un buen precio. De nuevo, el proceso que en principio realizabas de manera inconsciente pasa a ser consciente: A saber de dónde es esta agua, Aquí la rellenan del grifo, ¡Qué chollo!, ¿será todo igual de barato? Sea como sea te vas a llevar la botella y te vas a marchar tan contento, pero una parte de tu mente se quedará con muchas dudas. La más curiosa en general, aunque de forma inconsciente, es que han llamado a algo (grande) de una forma incorrecta (¿gigante sería más apropiado?). Y te quedas con la sensación (muy de fondo) de que te están llamando tonto al no entender el cartel. En cualquier caso, te llevarás los cinco litros de agua y algo de felicidad. Al menos, momentáneamente. Quizás, al rato, no sabrías qué hacer con tanta agua.
La importancia de decir la verdad es sencilla, pero visto este ejemplo, ¿cómo piensas que se hubiera evitado parte del caos? Bastaba un cartel del estilo “Un litro de agua por 1€”. Al llegar al mostrador las expectativas se habrían cuantificado de manera exacta (dejando al margen la marca o el tipo de botella, que quedan para mejor ocasión). Habrías pagado el agua de forma casi inconsciente y te hubieras marchado tan feliz.
Qué son las expectativas
Las expectativas son un conjunto de creencias sobre lo que algo debe ser, lo que debe hacerse o lo que debe ocurrir. Las expectativas pueden ser conscientes o inconscientes, y pueden estar relacionadas con una variedad de áreas de la vida, como el trabajo, las relaciones, la familia, la salud, etc.
Con el ejemplo anterior de la botella de agua, ¿entiendes ahora la importancia de las expectativas? Las expectativas son una forma de anticipación. Todos anticipamos lo que va a suceder en nuestras vidas.
Ahora te dejo uno de esos pensamientos y reflexiones habituales. Cuando pensamos comprar algo, queremos adquirir el producto que teníamos en mente, ni más ni menos. ¿Recuerdas cuántas veces no se te ha quedado cara de tonto en un restaurante al servirte un plato que no te llenaba? ¿O cuando te deja una pareja que te decía apenas unos días atrás que eras la persona de su vida? Nuestra capacidad para crear expectativas es increíble. Funciona como una locomotora: bien engrasada, te llevará lejos a toda velocidad. Mal engrasada, te generará frustraciones muchas veces sin saber ni porqué.
Las expectativas pueden ser positivas o negativas. Cuando tenemos expectativas positivas, estamos esperando con ansias algo bueno. Por ejemplo, cuando estamos esperando un regalo, unas vacaciones o un cumpleaños. Las expectativas negativas son aquellas en las que tememos lo que va a suceder, la intuición nos dice que algo puede ir mal. Por ejemplo, podemos estar asustados ante el resultado de un examen o una entrevista de trabajo.
Ahora analiza tus expectativas de vida. La idea que me gustaría transmitirte es que la adecuada fijación de las expectativas es clave para reducir las frustraciones. ¿Cómo se fijan correctamente? El mejor secreto, por ridículo que parezca, es preguntando. Por ejemplo, ¿tú qué entiendes por una relación? Jefe, ¿cuál es el nivel de calidad que debe tener el trabajo? Mi querida compañera de piso, ¿me puedes explicar qué implica para ti tener limpia la cocina? Una pregunta que ayude a fijar expectativas ayuda a muchas molestáis posteriores. Igualmente, cuando entiendas que las personas pueden cambiar, sería bueno que reflexionaras si realmente se cumplieron y en qué grado. Simplemente sé consciente.
Analiza tus expectativas de vida
Hablemos de las expectativas de una persona, ¿ya sabes cuáles son sus expectativas?, recordemos algunas ideas a la hora de marcarnos expectativas y saber cómo trabajar las expectativas
1) Fijar una expectativa alta. Cuidado también con fijarse expectativas demasiado altas, aumenta la probabilidad de no cumplirlas y de que te estreses. ¿Te imaginas ir a comprar un juguete divertido, educativo, sencillo, barato, pequeño y que se pueda fácilmente limpiar? No digo que no los haya, pero ¿no es eso ir a la compra con el listón muy alto?
2) Fijar una expectativa baja. Cuando desconozcas algo es mejor no esperar demasiado. Por ejemplo, ¿Cómo imaginabas tu primera relación sexual? ¿Ideal y maravillosa? ¿Fue realmente así? Tener quien te ayude a fijar correctamente tus expectativas la primera vez evita desilusiones innecesarias.
3) No fijar expectativas. No marcarse expectativas para evitar frustraciones es un buen método para conseguir que tus gustos personales pierdan criterio. Asistir a un curso sin esperar nada en concreto permite aprender sin presiones. Aunque el curso puede haber sido una pérdida de tiempo y ni te hayas dado cuenta.
¿Cuáles son las expectativas de una persona?
Como resumen general para saber cuáles son mis expectativas o cuáles son las expectativas de una persona recuerda estas sencillas ideas:
- Las expectativas no siempre se cumplen
- A veces, las expectativas pueden ser demasiado altas, y generar incluso fantasías emocionales.
- Otras veces, las expectativas pueden ser demasiado bajas
- Las expectativas pueden cambiar
Cómo se genera una fantasía emocional con falsas expectativas
Si ya tenemos claro el concepto de expectativas, es bueno saber que, cada vez que conocemos a alguien o nos fijamos en alguna cosa, generamos unas expectativas iniciales. Son una especie de fantasía emocional, o predisposición, que se coloca en nuestra "cabecita". Aunque aún no conozcamos todos los detalles de cómo es la persona que acabamos de conocer, nos hacemos una primera idea. Según nuestro grado de obsesión, podemos incluso llegar a idealizarla más de la cuenta. Las personas acaban arrastrando fantasías emocionales y prejuicios, sin criterio alguno, y fundamentados en hipótesis sin sentido.
Las fantasías emocionales y prejuicios no dejan de ser parte de nuestra mochila de la vida. Muchas veces vemos a alguien en la TV, radio, o leemos su libro, y pensamos cosas que seguramente no son reales. Igualmente podemos recibir una idea de su muro del Facebook, o mirar todo lo que pone en Twitter. Eso no lo es todo. Mejor, no olvides descubrir a la persona que tienes delante. Siente cómo respira, cómo te observa, cómo sonríe, y verás que pasas la mejor velada de tu vida. Así que intenta llevar al terreno lo máximo posible cualquier expectativa engañosa que te hayas creado de esa persona, o simplemente estarás viviendo una fantasía emocional.
En este video te explico cómo controlar las expectativas de una persona y superar los miedos (también te recomiendo aquí alguna conferencia)
▷ Más información sobre las expectativas
¿Qué más se debe saber sobre las expectativas? Esa es una buena pregunta. Y una pregunta importante, ya que nuestras expectativas pueden tener un gran impacto en nuestras vidas. Seguro que estás expectante, tienes curiosidad, y para eso nada mejor que apoyarte en la infinidad de herramientas que tengo recopiladas. Seguro te interesa trabajar con algunos de estos artículos para aprender a gestionar tus expectativas:
- Cómo valorar a las personas, ¿significado de valorar a una persona?
- Cómo decirle a una persona que no acepta sus errores
- Para controlar las expectativas, nada mejor que estos ejercicios de coaching
- Qué es lo mejor de la vida
- Plantilla rueda de la vida excel gratis
- Ejercicio para poner en duda tus creencias y expectativas
- Todo lo que das vuelve a ti
- Aprendamos el valor de compartir con los demás para mejorar nuestras expectativas
- Qué es racionalizar las emociones
- Cómo disfrutar la vida
exitosss……..
El equilibrio de expectativas sólo se consigue con la experiencia, y cada uno adecúa las expectativas a su deseo e interés en las circunstancias que lo rodea. Para lograr el éxito, además de fijar un objetivo alto, hay que tener una expectativa alta para que la motivación se adecúe a dicha expectativa.
El ejemplo del agua me ha gustado mucho. Es muy visual y emocional.
Gracias, Pedro.
Rafael muchas gracias por el aporte… y muy agradecido si compartes el blog.
¿Como hacer para vivir sin expectativas?, por ejemplo, los cursos del ayuntamiento de Coruña, me es inevitable asistir aún sabiendo la posibilidad real e ineludible de que no me servirán de nada, aún así, en el transcurso de los mismos, trato de encontrar alguna sustancia y no logro mas que molestarme ante tanta pérdida de tiempo, y lo mas lógico para otros es que pasase el tiempo, aguantase, y al final “lograr el titulin”, por tanto creo que tengo un “coeficiente adaptativo” muy bajo, a pesar de creer lo contrario, si le preguntara que hacer, seguramente me diría ” Aguanta y al final lograras el titulin”.
Gracias.
Estoy de acuerdo en casi todo, lo único que no me cuadra es el tercer punto, “no fijarlas”, ya que podemos caer en una apatía absoluta; es bueno,desde mi punto de vista crear en nuestra mente expectativas intermedias.
“El origen de toda desilusión es la expectativa exagerada”
Muy buen artículo Pedro. 🙂
Erika, muchas gracias por tu comentario. Quizás no me expresé con corrección, porque lo que indicaba es que todos los puntos tienen cosas buenas y malas. Es cuestión de saber gestionar las cosas, por ejemplo, soy más de la opinion de ponerlas un pelín altas, pero siempre sabiendo bajarlas si el contexto se complica.
Un abrazo
Las expectativas no cumplidas no dejan de ser deseos insatisfechos, y como tal por mucho que intentes medirlos, calcularlos o racionalizarlos, e incluso no tenerlos es imposible, son tan libres como la imaginación. Tener expectativas sobre las personas, el trabajo, la vida es inevitable, no se puede controlar, pongas o no el listón alto, quizá sean los años, la experiencia, y como siempre el tiempo quién te ayuda a superar la melancolía de la frustración que te ocasiona…¿cómo diría?.. los objetivos no cumplidos o quizá sea más objetivo decir, los deseos insatisfechos.
No por ello habría que dejar de tenerlos, claro que no pero, cuando se pierden los nuestros se intenta vivir los ajenos como tuyos, aunque no sean los reales son los más cercanos, probablemente migajas de los propios.
Paloma, muchas gracias por tu comentario. Estoy muy de acuerdo 😀
Excelente, Pedro. Me encantó el artículo para compartirlo con mis compañeros y colaboradores.
Gracias!!!
Dilson, muchas gracias por tu comentario, ¡y gracias por compartirlo! 😀
Claro Ague, tu tierra siempre ayuda a pensar muy bien ;D
Me encanta este artículo tuyo Pedro, estoy totalmente contigo y lo explicas de una forma excelente.
Claro Ague, tu tierra siempre ayuda a pensar muy bien ;D
Ague… ¡muchas gracias! 😀