España vivió muchos años en el terrorismo de la mano de ETA, una asociación que mataba con la justificación de la Independencia del País Vasco. Justificación que se hace cada día más incoherente, por el simple hecho de que al final estamos ya todos mezclados con todos. Eso es al menos desde mi punto de vista, porque entiendo que haya personas que aún se crean diferentes por el hecho de hablar un idioma, tener una cultura o disponer de un pasaporte. Técnicamente son diferencias, pero a la hora de la verdad somos todos humanos, y si nos vinieran los marcianos (los malos) a invadirnos, me río yo a ver quién andaban mirando los pasaportes.
Lo más curioso de todo es observar cómo hay personas que indican que la violencia no tiene justificación, pero cuando se trata de invadir un país como Irak parece que no pasa nada, y cuando hay personas que matan por un ideal, son simples terroristas. Cada día tengo más dudas sobre la diferencia entre las palabras terroristas y militares, porque la justificación de las muertes solo depende del color del cristal con que se mira.
Ojo, no estoy a favor de la violencia, pero pongo por encima el sentido común (gestiono mucho mi felicidad). Creo que la formación en las escuelas para entender las motivaciones de la violencia, debería ser asignatura obligatoria. Al final hay demasiada gente que no sabe ni por lo que lucha, y el testimonio de Iñaki Rekarte en esta entrevista de Jordi Évole para la Sexta no nos debería dejar indiferentes.
El testimonio de Iñaki Rekarte en esta entrevista de Jordi Évole para la Sexta no nos debería dejar indiferentes
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