Se han cumplido cuatro años desde que decidí salir de mi país natal, España. Cuando me fui la tasa de desempleo superaba el 25%, lo cual me parece algo desorbitado en un país que pocos años antes estaba entre los diez mejores países del mundo. Ahora han pasado ya cuatro años, y he podido observar desde la distancia la evolución de mi país.
Para ello he tenido oportunidad de leer multitud de periódicos en línea, y desde hace dos años, he seguido en detalle la evolución política de mi país por televisión en Internet. Hoy en día la tasa de desempleo es de casi el 20% (con una tasa de desempleo juvenil superior al 40%). Es decir, un desastre, y no tiene aspecto de cambiar en el corto plazo.
Cuando veo España desde la distancia, con perspectiva, me parece que la picaresca española de toda la vida vuelve a ser la protagonista del día a día. Por picaresca me refiero a decir una cosa y hacer lo contrario. Es decir, en España todo el mundo dice que quiere un país unido, con valores y lleno de oportunidades. Pero en el fondo casi nadie renuncia a buscar la forma de evitar pagar impuestos, en imponer su propia opinión a la de los demás, y en pasar de los más desfavorecidos.
Actualmente existe una realidad política insostenible. Son dos bandos, “los políticos que están agarrados por las pelotas por la banca” y los que no. No entender este concepto da para perder horas en mirar lo que pasa en Venezuela, en decir que Cataluña quiere romper España, en pensar que no hubo rescate bancario, o en pensar que se debe callar a toda costa a los que en el pasado usaron la violencia. Y meten miedo y más miedo y la gente se asusta y se asusta.
Pero hay una cosa en la que encuentro unanimidad, a casi nadie le gusta Mariano Rajoy. Es decir, tenemos un presidente que no le gusta a casi nadie, y que la gente que le ha votado muchas veces lo ha permitido porque evitar a otros. Me suelo preguntar, ¿cómo es posible que el líder de un país sea una persona que casi nadie quiera?
Gracias España, tal como va el país, es normal que no extrañe mucho volver.
Esta web usa galletitas