Recientes estudios de una conocida Universidad han detectado que muchas personas permanecen demasiadas horas conectadas a la información negativa que transmite la prensa, y que por eso está aumentando el grado de pesimismo en los individuos.
Es por ello que estoy poniendo en práctica algunos de los conocimientos básicos que aprendí en la maestría, en este caso el de segmentar, que habitualmente se realiza en campañas de marketing online. Así que esta entrada la quiero compartir sólo con personas que estén de buen humor y con alegría. Es un requisito indispensable para seguir leyendo, porque de otra forma no estarás siendo mi público objetivo.
No es necesario estudiar coaching. Pero repito que es muy importante cumplir la premisa indicada. Si no es así no te preocupes, vuelve en otro momento, a ser posible a primera hora del día cuando todavía no hayas abierto las noticias.
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No quiero que pienses que... ¿No me estás engañando? ¿Seguro que estás de buen humor? Mira que Estados Unidos puede estar grabándote por alguna webcam y quizás en un futuro te imputan por falso testimonio. Es muy importante mantener honestidad con uno mismo, porque de otra forma… ¿qué nos queda? De veras… si no estás de buen humor vuelve en otro momento.
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Bienvenido… La vida puede tener malos momentos, y quizás hoy sea uno de ellos… pero la actitud con la que afrontamos las cosas ¡nos hace estar de buen humor! ¿Verdad que es un buen momento para compartirlo? Es cierto que muchas veces somos el único y que estamos rodeados de gente muy tóxica que se mantiene en la queja, y más queja, y mucha más queja. ¿Y por qué voy a ser el único que ponga buena cara? Bueno, esto es como una mancha de petróleo en una marea negra que se esparce poco a poco… ¡empecemos en primera persona!
¿Vamos con el ejercicio de segmentación? Bien, busca a alguien muy querido, quizás un amigo o familiar al que hace un tiempo que no saludas. Por el motivo que sea. Ahora no te andes con complicaciones como “¡ufff!, ¡hace mucho que no sé nada!, mejor que me llame él”, o “sí, le tengo que avisar como dijimos la última vez… ¡ya lo haré!”, o “no sé si va a ser hoy un buen momento”. No busques una excusa, no es necesario.
Cuando selecciones la persona (o personas), no tardes, llama por teléfono, por Skype, manda o un mensaje, un SMS, un Whatsapp, ¡lo que sea!, y le dices algo como… “hace mucho que no sé de ti… ¿cómo va todo?, hoy leía un blog muy divertido que sigo, el blog de Pedro Amador, y me recordaba que tenía que mandar un saludo a alguien entrañable. Por cierto, te recomiendo que lo leas… ¡te hará reflexionar mucho en cosas del día a día! Si lees su última entrada, seguro que te animas a realizar este mismo ejercicio con algún conocido”.
¿Ves qué simple? Extiende tu buen humor… ¡el mundo te lo agradecerá!, y quizás seas tú mañana el que recibes un buen saludo cuando más lo necesitas (y para saber esto, no necesitas lecciones del coronavirus)
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