El proverbio 'Cuando un dedo apunta al cielo, el tonto mira el dedo' ofrece sabiduría oriental. Destaca cómo, a menudo, nos distraemos con detalles menores, perdiendo de vista lo importante. Este refrán se utiliza también en coaching, recordando que 'señalar con el dedo' es fácil, pero puede reflejar más sobre nosotros mismos. De hecho, 'cuando señalas con un dedo, tres te señalan a ti'.
Esta frase nos anima a enfocarnos en la sustancia, en lugar de la apariencia, y a reflejar antes de juzgar a los demás. No hace falta ver pláticas de superación personal, mejor, te comparto un ejemplo que te ayudará a entender el significado de cómo el tonto mira el dedo.
¿Saben cuál es mi película favorita? Ahora ha pasado a ser One Day, pero antes, y a más de uno le sorprenderá, era Amelie, donde se comprueba que la protagonista ve la vida como “un interminable ensayo de una obra que jamás se estrenará". Pero hay una frase que me impactó aún más: “Cuando el sabio señala el cielo, el tonto mira el dedo".
Entendí que la frase encajaba perfectamente con el sentimiento que me persigue en los últimos días. A partir de algunas entradas del blog en la que indicaba alguna crítica constructiva sobre las fórmulas de algunos autores célebres como Seligman, algunas personas, que no tienen nada de tontos, han mirado mi dedo. En vez de mirar el cielo al que apunto, sólo meditan qué dedo puede estar señalando a los grandes.
Entonces recuerdo cómo se debía sentir Galileo en sus tiempos al decir que la Tierra no era plana. Para más curiosidad y armonía, les confesaré que ¡vivo en la calle Galileo! Cómo diríamos algunos compañeros… el coaching cuántico siempre al acecho.
Por una vez, y sin que sirva de precedente, voy a detallar mi dedo. Más bien mi mano entera. Bastaría comprobar mi CV tanto profesional como emocional, pero en este caso, voy a explicar por qué pone en mi tarjeta “experto en felicidad”, por qué Google me considera un "experto en felicidad". Personalmente no me gusta nada detallar mi formación y experiencia, ya que siempre digo que aprendí coaching de mi madre y metodología de mi padre. Pero parece que vivimos en un mundo donde ser profesional no te hace mejor persona. Insisto, este ejercicio lo hago sólo para saciar a los que miran el dedo, pero no es mi estilo explicar la base teórica que formular mis ideas. Si habitualmente no miran al dedo, les rogaría dejaran de leer.
Práctica. Para empezar les comparto que con tan sólo nueve años comencé a ser un monstruo de la informática, aprendiendo a programar en BASIC. A los once, incluso ya programaba lenguaje ensamblador, y amueblé mi cabeza en organigramas que podían formular sistemas informáticos eficientes. A los doce años realicé mi primera aventura conversacional que fue distribuida en el mercado pocos meses después.
Teoría. Realicé después la carrera de ingeniero informático, donde mi cabeza profundizó en cómo aplicar las ciencias formales. Allí aprendí y me manejé en cálculo, álgebra, física (me encantaba la cuántica), estadística, economía financiera, aprendizaje animal, ingeniería del conocimiento, redes neuronales, inteligencia artificial, etc. Como aquello pareció poco, estuve dos años estudiando cursos de doctorado, con materias como matemáticas avanzadas, algoritmos genéticos, inteligencia de negocio, etc.
Práctica. Comencé a trabajar antes de entrar en la universidad. Empecé montando ordenadores y realizando apaños a todo MS-DOS/Windows que no quería funcionar. También trabajé como maquetador y diseñador gráfico con lo que conseguí estructurar la importancia de los espacios visuales. Al terminar la universidad pasé por un gran diversidad de trabajos: analista programador, consultor de tecnología, auditor de sistemas, jefe de proyecto, preventa, comercial, dirección general, etc. Trabajando funcionalmente en áreas tan dispares como la gestión de recursos empresariales (ERP), de clientes (CRM), de compras (SRM), de ingeniería de productos (PLM), de inteligencia de negocio (BI, BPM) y la gestión de contenidos web, por mencionar algunas áreas.
Teoría. Continué bien joven con un Executive MBA en Esade, una de las mejores escuelas de negocios del mundo (no es por competir, sólo digo que es una de las mejores según muchos rankings, así que no se ofenda nadie de otra escuela). Allí amplié mis horizontes al marketing, las finanzas, los recursos humanos, la geopolítica, la estrategia empresarial, etc. Ello me dio la visión necesaria para conseguir en poco tiempo gestionar una empresa propia que contó con más de 20 empleados y llegó a facturar casi un millón de euros en un año.
Práctica. En un grave injusticia en la que sufrí un siniestro en el que me atropelló una motocicleta hace muchos años sufrí un severo politraumatismo, que me dejó algunas secuelas y donde vi que no hay justicia. Tuve que reaprender a utilizar mi memoria, mi concentración, mi inteligencia, mi habla, mi atención,… La teoría que se muestra en las universidades de neurología, la pude poner en práctica en primera persona, mejorándolo con técnicas de PNL o coaching. Me temo que este ejercicio práctico no se lo deseo a nadie, pero quizás por ello tengo una perspectiva de las cosas muy bien fundamentada.
Teoría. Para mejorar mejor mi comprensión de las ciencias sociales, aprendí durante varios años coaching (CTI, AECOP, OSRC), PNL (DBM) y liderazgo (CTI), por nombrar algunos cursos realizados. Ampliar la ciencia formal con la visión de las ciencias sociales, ha sido uno de mis mayores crecimientos personales. Nunca renuncio sobre el camino recorrido, y sólo voy sumando todo día a día.
Práctica. Comprobé la falta de metodología en temas de crecimiento personal, felicidad, coaching, o como se quiera denominar (el mercado tiende a usar las palabras sólo para vender, no porque sean exactas en su uso), y durante un año trabajé en el creación de la Metodología Autocoaching, desarrollada en tres prácticos libros. Pero eso es poco con el estudio de los componentes que componen la felicidad, la taxonomía del Coaching de la Variedad (más información en esta entrada sobre la primera versión del coaching de la variedad), que incluye más de 270.000 gustos y más de 10.000 cambios que ayudan a las personas a saber cómo cambiar. Gestionando a un equipo de varias personas durante cinco años, siempre bajo una base metodológica y profesional, hemos conseguido que el proyecto ya tome vida en clientes como Nivea.
Práctica. Se ha presentado la Metodología de Autocoaching y sus libros en multitud de librerías, en medios (radios, televisión o prensa), en congresos internacionales, y en foros empresariales. El equipo siempre ha obtenido feedback que ha servido para solidificar todos los argumentos, y hacer el método más fácil en su comprensión. Curiosamente se han recibido críticas muy dispares, desde “es imposible hacer una taxonomía de gustos”, hasta “tu experiencia personal y tu forma de entender la felicidad, me han marcado un punto de inflexión en mi vida”, pasando por peculiaridades como “mejor habla en los congresos de hippies y les cuentas tu historia de la felicidad fumando marihuana” (me ahorro indicar qué gurú dijo esto último porque prefiero evitar cualquier susto).
Práctica. Los más importantes aprendizajes en mi vida, los he realizado por el mundo. He podido viajar a más de treinta países, con casi 600 vuelos a mis espaldas, y habiendo interactuado con culturas muy diversas, donde he visto eso de ver como cambia la gente cuando ya no te necesita. Creedme que la felicidad en Estados Unidos no tiene nada que ver con la de Japón, por poner un ejemplo.
Práctica. Lo listado y algunas cosas que no he detallado, no valen para mucho si no se aprende a escuchar, meditar, analizar y obtener conclusiones prácticas de todo lo que observamos en el mundo. Además me encanta hacer diagramas en cualquier servilleta para saber si estoy relacionando las ideas correctamente. En definitiva, usar la cabeza para pensar, sabiendo siempre convertir la queja en energía que impulse a la acción. Tuve que reaprender durante todo el proceso de recuperación que he tenido después de mi accidente, y si les soy franco, no dejo de aprender día a día.
Dicho esto, aprendí a cómo dejar de compararme, y el hecho de haber listado estas cosas no me hace ni mejor ni peor que nadie . Muchos pensarán que soy un creído, y dejarán de leer en adelante. No hay problema, pero recuerden que no pretendo ser una persona que presume lo que no tiene, y tan sólo comparto mis experiencias para que entre todos podamos crear un mundo mejor. Sólo espero que entienda que tengo una formación y una experiencia suficiente y que la aplico lo mejor que puedo a cada instante. Les ruego una cosa: no se preocupen por el dedo de nadie y miren el cielo al que apunta. Antes de que se nos caiga el techo encima y sea demasiado tarde.
Por ello, es mejor dejar a un lado las fórmulas o consejitos de la felicidad (por no hablar de las pastillas anti-depresivas). Hay que empezar a entender que somos los mayores responsables de nuestra felicidad. Puede que el contexto no nos sea todo lo favorable que nos gustaría. Pero cada uno tiene que trabajar su estado de ánimo de forma individual, y cómo no, si quiere acompañado por un profesional (coaching, mentor, psicólogo,…).
Esta es mi experiencia en la vida. De verdad espero les aporte alguna idea, ya a que a mí me ha enseñado a estar alineado con mi sentido de la vida. El motor de la felicidad.
Y ahora si te picó la curiosidad... mira mi nuevo libro: «Zero Stress: 20 Días en la Vida de un Experto en Felicidad».
Esta web usa galletitas
Ver reflexiones y comentarios
Jajajajajajajajajaja, perdona, pero, ¿en qué momento dijo Galileo que la tierra no era plana? Jajajajajajajaja.
:D
Hola, buena presentación de ti tanto profesionalmente, como personalmente, escueto como un curriculum, pero claro, aunque n o entiendo aun muy bien esto del autocoaching, quizas sea un poco torpe, o es que tengo que leer mas cosas de tu blog para entenderlo, pero lo intentare porque la idea me gusta, es algo en lo que siempre he pensado, si una persona es feliz, la vida le sonrie, creo que la felicidad atrae a la felicidad, y eso solo como muy bien dices solo lo puede conseguir uno mismo.
Leere mas articulos tuyos a ver si capto completamente la idea, porque lo poco que he captado me ha gustado.
Felicitaciones
Margarita, muchas gracias por el comentario. Sin duda, en Happiness Play podrás comprobar toda la información de la metodología. Un abrazo.