Universos paralelos: cómo entender el voto en España

Reflexión de

Este año va a resultar un año de muchos hitos históricos. Mañana hay elecciones en España, desde mi punto de vista novedosas, al enfrentarse por primera vez cuatro fuerzas políticas con parecidas oportunidades. Recientemente hemos comprobado cambios políticos en países como Argentina o Venezuela, tensiones geopolíticas en Siria o Irak, discusiones sociales como el matrimonio igualitario, o grandes temblores como el ocurrido en Nepal.

En estos últimos años vengo analizando la política desde una perspectiva de observador, sin atender a qué iba a votar, porque no voto por estar perdido por el extranjero. Vamos, desde una perspectiva objetiva, por más difícil que le parezca a algunas personas. Aprendí muchas técnicas de programación neuro lingüística (PNL) en su momento y tengo buena capacidad para analizar qué datos existen, cuáles se utilizan, cómo se utilizan, y por último qué interpretaciones se realizan.

Mi conclusión es que muchas personas viven la política (y aspectos sociales), como quien es de un partido de fútbol. Por poner un ejemplo mundialmente conocido: tengo amigos del “Real Madrid” y amigos del “Fútbol Club Barcelona”, pero ninguno de ellos ha cambiado nunca de bando por muy malos resultados que estuvieran obteniendo. Luego otros muchos nos definimos que nos da igual quién gane, y según el día, pues a lo mejor animamos a unos u otros, o incluso a un tercero si eso ayuda a hacer amigos.

En la política (y para aspectos sociales) hay personas que se identifican de izquierdas o de derechas; republicanos o democráticos; liberales o conservadores; y así hasta todas las etiquetas que queramos aportar. Muchos defienden su bando como si no hubiera otra opción en el mundo. Y otros simplemente entendemos que las cosas no son blanco o negro.

Aquí es donde me gusta recordar la serie Fringe, donde se observaban dos mundos paralelos y los personajes fueron mejorando sus técnicas para moverse de uno a otro. Eran curiosas las diferencias que se veían de un universo a otro, pese a que transcurría en la misma ciudad. Se cambiaba en instantes de ver la Estatua de la Libertada de NY de un color a otro, y allí se identificaba el universo en el que se movían los personajes. Al final de la serie… bueno… me lo guardo para no quitar la gracia a quien no la haya visto.

En el mundo estamos generando universos paralelos en muchos sitios, de una forma un tanto desagradable, porque aparecen más y más odios emocionales, que suelen alejarse de realidades puramente objetivas y contrastables. Tengo amigos de ambos bandos en distintos países y siempre escucho atentamente los distintos argumentos. Pero en el caso de España, país del que soy originario, he podido analizar en detalle y con mucha objetividad.

  • Por un lado está el Universo de la Derecha, en donde el presidente cocina mejillones con Bertín Osborne y juega al futbolín. Al “presi” se le ve muy aplicado porque fue el registrador más joven de España y muestra lo brillante que ha sido toda su vida. Lidera el Partido Popular, fuerza política con años de experiencia, que ha sabido salvar a España del rescate financiero y ahora está creando empleo a una velocidad de más de 1.400 puestos diarios. Además demuestran formar un equipo y su vicepresidenta puede defender las medidas tomadas en estos últimos cuatro años y trabajar por la unión de España.
  • Por otro lado está el Universo de la Izquierda que denuncia como España ha pasado a incrementar el déficit a récords históricos, gastando el fondo de las pensiones, y rescatando a una banca que nos generará una deuda que llevarán varias generaciones. La reforma del mercado laboral ha facilitado el despido y el trabajo precario ha aumentado alarmantemente. La sanidad, investigación y desempleo han sufrido recortes escandalosos y las pensiones no se han revalorizado comparadas con el IPC. Además contrastan como el independentismo ha venido en aumento por llevar políticas de confrontación. De corrupción… mejor ni hablar.

Ahora viene lo bueno, porque en estos Universos Paralelos parece que lo importante es no entenderse, y llamar indecente o ruin al otro diga lo que diga. Se supone que uno debe tener razón y el otro equivocarse. Para eso llevan al mejor doctor o catedrático de la más prestigiosa Universidad a contrastar la mala política de un bando, y en ese mismo momento, en el otro universo paralelo, otro súper doctor y catedrático argumenta exactamente lo contrario. ¿Ein? ¿Cómo es posible? Bien sencillo, los políticos alimentan este odio, usan a los medios para ello, y se apoyan en los bancos y empresas privadas para ver financiar su carrera en los universos paralelos. Sencillo, ¿verdad?


Por poner otro ejemplo, ¿cómo es posible que hayamos tenido que esperar hasta el 2015 para que se acabara el embargo de EEUU a Cuba por ser un país que pensara distinto que ellos? ¿Por qué EEUU no tenía el mismo embargo sobre China? ¿O es que el embargo era solo a los que pensaran distinto que ellos y hablaran español? ¿Ein? ¿Cómo es posible?

Lo mejor es tener la capacidad de cambiar de universo paralelo y poder tener una opinión propia… porque al final pasará como en la serie de Fringe… ¡la fusión es inevitable! (¡ups, se me escapó el final!)

Ver reflexiones y comentarios

  • No creo que esté mal defender una ideología, si realmente se la tiene. Muchas veces terminan votando por llevar la contraria, como muchos hicieron en Argentina. El tiempo me dará la razón.
    En este mundo hay blanco o negro, no existen los grises.

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Pedro Amador

Conferencista internacional considerado experto en felicidad y comunicación. Colabora numerosas veces en TV, radio o prensa y ha desarrollado la innovadora Tecnología de la Felicidad Happiness Play, basada en la Metodología Autocoaching, que empezando con la rueda de la vida te ayudará a gestionar la felicidad. Autor de cuatro libros, decenas de artículos y videos blogs. Profesor asociado en varias universidades.

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