¿Perdonar los errores? Si están leyendo esto es importante recordarles que somos humanos. Con un sistema biológico preparado para unos retos maravillosos, pero que como casi todo en esta vida, no es infalible. Tarde o temprano, comete errores, y eso alimenta retroactivamente al sistema para mejorarse y hacerse más eficiente. Errores de los es bueno excusarse con humildad y educación, y con los que se debe evitar la inercia de repetirlos. Veremos dos ejemplos, uno de la monarquía y otro de los políticos.
Es importante aprender a perdonar, dejar salir todo el rencor que se pueda haber generado por un error, y nunca olvidar que podemos ser nosotros los próximos en equivocarnos. A mí personalmente, me hizo mejor persona el momento en el que decidí darme permiso a poder equivocarme. Somos humanos, no lo olviden.
Para ser conscientes del tema, nada mejor que poner un ejemplo. Seguro están al tanto de la última cacería del rey de España, que ha acabado con una disculpa pública. Primero es interesante observar los extremos de cómo informaron los medios el mismo suceso:
Es de sentido común que no ha sido el mejor momento para irse de caza (es de una persona que no sigue las reglas), aunque también es cierto que si no hubiera tenido el accidente, nadie nos habríamos enterado con la intensidad que nos han avisado. Mostrado el pecado, este hombre ha pedido unas disculpas, que por mucho o poco que nos gusten, son unas disculpas que le honran como rey. Ahora bien, siguiendo los extremos, me encuentro personas que:
Entre medias existe un amplio abanico de grises, pero aunque parece que mayoritariamente los españoles parecen encontrarse en algo parecido a la opción 2 leí que un 70%), no se piensen que no existe nadie en la opción 1. La gente de la primera opción no está preparada para perdonar, muchas veces porque están en contra de la Monarquía y no la van a respetar aunque sea el deseo de la otra mayoría. Allí no cabe perdón, ni cabe entender que el Rey ha hecho un gesto humano. No es mi intención indicar si la Monarquía es deseable o no, sólo pretendo reflexionar sobre el proceso, ya que algo parecido me ha pasado hace tiempo me pasó con una asociación de coaching, que aunque les pidiera perdón (además de refrescarles algunos actos de corrupción que estaban permitiendo), les dio igual. La decisión de expulsión ya estaba tomada, y ver cómo me podían humillar pidiendo disculpas era sólo un placer para llenar sus egos. Estoy muy agradecido por tener que colaborar más con este grupo de personas, que además de estar desprestigiando el coaching, han demostrado públicamente que no saben perdonar. Probablemente porque piensan que no son humanos, que están por encima del bien y del mal, y que no vale discusión alguna en este tipo de asuntos.
Como ya indicaba anteriormente cuando un rey lo hizo, pedir perdón es básico para retomar la confianza de nuevo. Es importante aprender a perdonar, dejar salir todo el rencor que se pueda haber generado por un error, y nunca olvidar que podemos ser nosotros los próximos en equivocarnos.
Este otro ejemplo de un partido político de España (PSOE) que visto que sus líderes no lo realizan, lo realizan sus militantes. Me gusta la frase "las ideas socialistas son más importantes que las personas que dirigen el partido". Un buen comienzo, que debe ser seguido por todos los líderes de las fuerzas políticas de muchos países. Quizás así empezamos a buscar soluciones de forma conjunta... ¡hay que perdonar errores!
¿Perdonar errores? Si es que hasta el Papa pide perdón si comete un error... ¿cuándo vas a aprender a perdonar los errores?
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Marta, muchas gracias por tu comentario, muy detallado y acertado. Pero ya te comento que la historia del rey me da pie para hablar del proceso, pero no para indicar si me parece acertado o no lo que hizo (aunque dejo caer mi opinion).
mmmmmmm., no te creo
Pedro, quiero compartir mi opinión respecto a este interesante y profundo tema.
Los católicos, practicantes o no, en algún momento nos encontramos rezando “El Padre Nuestro” y en él hacemos le hacemos el siguiente PEDIDO a ese Padre Nuestro: “…PERDONA nuestras ofensas, así como nosotros PERDONAMOS a los que nos ofenden…”, sin embargo, ni bien se nos presenta la oportunidad de perdonar, elegimos no hacerlo justificándonos por medio de frases hechas tales como: “No soy quien para perdonar, que lo perdone Dios”. Qué incoherencia la nuestra, verdad?
Lo lamentable de no perdonar, además de mantenernos atados al pasado, es que muestra nuestra incapacidad de perdonarnos a nosotros mismos, pues “no podemos” dar a otros, aquello no nos damos a nosotros.
Conozco varios casos, tanto aquí en Argentina como en otros países, donde los padres han perdonado a los violadores y asesinos de sus hijos; claro que perdonar a estas personas no significa que estén libres, aunque algunos lo estén por la justicia. Hace 24 años perdí a mi hija por negligencia médica y no he sentido un dolor más desgarrador y terrible que ese en vida, sin embargo perdoné su equivocación.
Todos nos equivocamos: el Rey, los Presidentes, los que en este momento estamos dejando nuestras opiniones aquí y nos seguiremos equivocando. Aquél que esté libre de alguna equivocación, por favor, quiero que me enseñe cómo hacerlo.
PERDONAR, es un acto que nos libera del resentimiento, nos libera de seguir siendo esclavos del otro y a la vez habla de nosotros al mostrarnos si somos o no, personas que elegimos perdonar.
Gracias Pedro!!!
Lola, estupendo y acertado tu comentario, como siempre. ¡Mil gracias!
Pedro, deberías estar más informado, el Rey no fue SOLO a cazar elefantes, y si no, pregúntaselo a la reina. Y no se trata de perdonar o no, se trata más bien de si él tiene culpa por este tema y a donde le lleva esto.
Ton, muchas gracias por informarnos. Pero esta entrada habla del proceso de perdonar, no de lo que practica o deja de practicar el rey.