¿Felices fiestas? ¿Ánimo en Navidad? ¿Feliz qué?

Reflexión de

Con la que está cayendo en mucho sitios y seguro que no han parado de recibir felicitaciones, deseándoles una estupendas Navidades, fiestas, o lo que mejor hayan encontrado a mano. Es más, incluso hasta los enemigos se acuerdan y mandan un e-mail pensando que son los más educados. ¿es fácil decir la verdad?

Para serles franco, además de desearles un excelente año, me gustaría compartirles un ¡ánimo!, porque es lo que más siento que ayuda por dentro. Entiendo que en estos momentos sobran los aduladores y nos viene bien todo lo que nos devuelva la honestidad, el respeto y saber cómo ser feliz en nuestras vidas. Este año he compartido mis experiencias de crecimiento personal en más de 120 entradas en el blog, y seguro que alguna les puede ser de utilidad.

 

 

 

Si no lo han visitado nunca, podrán comprobar que incluso tiene un índice para su fácil consulta. Todas las entradas están escritas desde el corazón, y comparten un montón de recursos muy útiles de crecimiento personal, que les ayudará a conocer sus sueños, valores, expectativas, y un largo etcétera. Los cientos de lectores al mes son mi mejor regalo para seguir compartiendo.

Muchas gracias por su tiempo y les deseo mucho ánimo y bienestar en estos días.

Ver reflexiones y comentarios

  • Buenos días.
    Por un error el comentario salió con el nombre de Edgar 66 en lugar del mío.
    Edgar-Rubén Pardo Rosselló
    Un saludo.
    Felices entrada de año.

  • Feliz Navidad!!

    Hay quien pregunta, que estando todo como esta, cómo puede haber todavía gente con ganas de felicitar la Navidad.
    Pues bien, ahora es más necesario si cabe que nunca.
    Si la persona que recibe una felicitación de Navidad percibe que esta es sincera, que parte de verdad de los sentimientos de quien se la ha enviado, le provocara un sentimiento positivo, sentirá que realmente es apreciado por este, y si además se trata de una felicitación personalizada, en la que nos hemos tomado aunque sea cinco minutos en redactarla, calara mucho más hondo que si mandamos la típica frase hecha, o la felicitación graciosa que hemos encontrado en internet.
    Con este sencillo gesto, conseguiremos hacer llegar la felicidad a alguien, aunque sea solo por un instante, que ya es mucho.
    Tenemos que tener en cuenta que la felicidad, no deja de ser un estado de ánimo, en el cual, el carácter de cada persona influye positiva o negativamente.
    En la felicidad influyen tanto aspectos internos como externos, en los externos algunas veces podemos ejercer un control sobre ellos, pero en otras es muy difícil o totalmente imposible, mientras que en los internos nos resulta más fácil dominarlos, en estos últimos, dependiendo del grado de preocupación lógica con que afrontemos tales situaciones, dependerá nuestra felicidad, lo bueno está en el equilibrio.
    No quiero decir que no nos tengamos que preocupar de las cosas, sino que la preocupación obsesiva por un problema, nos genera un estado de ánimo totalmente negativo con el cual nos es imposible afrontar su solución.
    Existe una frase que dice algo así: Si las cosas tienen solución, ¿por qué preocuparse?, y si no la tienen, ¿porque preocuparse también?
    Realmente, no hay que llegar a tales extremos, y lo cierto es que normalmente aunque quisiéramos no podríamos hacer tal cosa, aunque lo que sí podemos racionalizar en cierto grado son nuestros sentimientos.
    El poder hacer esto, como ya he dicho, depende de nuestra forma de encarar las situaciones que se nos presentan, y eso dependerá por una parte de factores innatos y por otra de factores aprendidos durante nuestra vida.
    La felicidad depende también del grado de necesidades, reales o no, que tenga cubierta cada persona.
    Según Abraham H. Maslow , las necesidades del ser humano están jerarquizadas y escalonadas de forma tal que cuando quedan cubiertas las necesidades de un orden es cuando se empiezan a sentir las necesidades del orden superior.
    Los criterios por los que se rige un ser humano para cubrir sus necesidades, podemos dividirlos en primarios y secundarios.
    A su vez la primera etapa primaria, la podemos dividir en dos partes.
    En primer lugar, queremos tener cubiertas nuestras necesidades fisiológicas, hambre, sed, etc.
    En segundo lugar incluimos además el deseo de tener una familia, un lugar donde vivir, y los medios para conservar todo ello en el futuro.
    Una vez sentimos que tenemos asegurado esto, es cuando pasamos a tener en consideración los elementos de la segunda etapa.
    La segunda etapa o secundaria la podemos dividir en tres partes,
    En la primera queremos pertenecer a un colectivo social, ser aceptado y apreciado por este.
    En la segunda etapa, queremos destacar sobre el resto del grupo y buscamos la admiración de este.
    En la tercera etapa es cuando alguien siente, en sentido positivo, que es superior a los demás, y aporta toda su capacidad intelectual al servicio de la humanidad, y esta se lo reconoce y le admira.
    En consecuencia, podríamos decir que para ser felices solo necesitamos tener cubiertas nuestras necesidades primarias, y a partir de ahí cuando más mejor, eso sí, de una forma sana, sin obsesionarse.
    Entonces, no nos cuesta nada poner nuestro granito de arena en la felicidad de los demás, deseando a las personas que apreciamos una feliz Navidad, prospero año nuevo, feliz cumpleaños, etc., acordándonos de ellas durante todo el año y no solo en fechas señaladas.
    Por todo ello, y en consecuencia, os deseo Feliz Navidad y un próspero 2.012.

    Feliz Navidad!!

    Hay quien pregunta, que estando todo como esta, cómo puede haber todavía gente con ganas de felicitar la Navidad.
    Pues bien, ahora es más necesario si cabe que nunca.
    Si la persona que recibe una felicitación de Navidad percibe que esta es sincera, que parte de verdad de los sentimientos de quien se la ha enviado, le provocara un sentimiento positivo, sentirá que realmente es apreciado por este, y si además se trata de una felicitación personalizada, en la que nos hemos tomado aunque sea cinco minutos en redactarla, calara mucho más hondo que si mandamos la típica frase hecha, o la felicitación graciosa que hemos encontrado en internet.
    Con este sencillo gesto, conseguiremos hacer llegar la felicidad a alguien, aunque sea solo por un instante, que ya es mucho.
    Tenemos que tener en cuenta que la felicidad, no deja de ser un estado de ánimo, en el cual, el carácter de cada persona influye positiva o negativamente.
    En la felicidad influyen tanto aspectos internos como externos, en los externos algunas veces podemos ejercer un control sobre ellos, pero en otras es muy difícil o totalmente imposible, mientras que en los internos nos resulta más fácil dominarlos, en estos últimos, dependiendo del grado de preocupación lógica con que afrontemos tales situaciones, dependerá nuestra felicidad, lo bueno está en el equilibrio.
    No quiero decir que no nos tengamos que preocupar de las cosas, sino que la preocupación obsesiva por un problema, nos genera un estado de ánimo totalmente negativo con el cual nos es imposible afrontar su solución.
    Existe una frase que dice algo así: Si las cosas tienen solución, ¿por qué preocuparse?, y si no la tienen, ¿porque preocuparse también?
    Realmente, no hay que llegar a tales extremos, y lo cierto es que normalmente aunque quisiéramos no podríamos hacer tal cosa, aunque lo que sí podemos racionalizar en cierto grado son nuestros sentimientos.
    El poder hacer esto, como ya he dicho, depende de nuestra forma de encarar las situaciones que se nos presentan, y eso dependerá por una parte de factores innatos y por otra de factores aprendidos durante nuestra vida.
    La felicidad depende también del grado de necesidades, reales o no, que tenga cubierta cada persona.
    Según Abraham H. Maslow , las necesidades del ser humano están jerarquizadas y escalonadas de forma tal que cuando quedan cubiertas las necesidades de un orden es cuando se empiezan a sentir las necesidades del orden superior.
    Los criterios por los que se rige un ser humano para cubrir sus necesidades, podemos dividirlos en primarios y secundarios.
    A su vez la primera etapa primaria, la podemos dividir en dos partes.
    En primer lugar, queremos tener cubiertas nuestras necesidades fisiológicas, hambre, sed, etc.
    En segundo lugar incluimos además el deseo de tener una familia, un lugar donde vivir, y los medios para conservar todo ello en el futuro.
    Una vez sentimos que tenemos asegurado esto, es cuando pasamos a tener en consideración los elementos de la segunda etapa.
    La segunda etapa o secundaria la podemos dividir en tres partes,
    En la primera queremos pertenecer a un colectivo social, ser aceptado y apreciado por este.
    En la segunda etapa, queremos destacar sobre el resto del grupo y buscamos la admiración de este.
    En la tercera etapa es cuando alguien siente, en sentido positivo, que es superior a los demás, y aporta toda su capacidad intelectual al servicio de la humanidad, y esta se lo reconoce y le admira.
    En consecuencia, podríamos decir que para ser felices solo necesitamos tener cubiertas nuestras necesidades primarias, y a partir de ahí cuando más mejor, eso sí, de una forma sana, sin obsesionarse.
    Entonces, no nos cuesta nada poner nuestro granito de arena en la felicidad de los demás, deseando a las personas que apreciamos una feliz Navidad, prospero año nuevo, feliz cumpleaños, etc., acordándonos de ellas durante todo el año y no solo en fechas señaladas.
    Por todo ello, y en consecuencia, os deseo Feliz Navidad y un próspero 2.012.

    • Edgar, muchas gracias por la reflexión, la cual comparto por completo. Claro que es bueno felicitar a la gente... pero sintiéndolo :D

      ¡Feliz año!

  • :)) yo creo que la navidad, la felicidad, y todos los buenos deseos se llevan por dentro y si la Navidad te hace feliz por que no vas a decir ¡Feliz Navidad!?? Y Feliz Hannukah!! y lo que haga falta!! El año será prospero si tu quieres que lo sea. Basta con sentirte agradecido por el regalo que es cada nuevo día para ello, mañana podrìas no estar aquí... Y a menos que seas un espìritu altamente elevado no te darás cuenta de lo que ha pasado hasta que te hayas ido.. :P. Así que... Sé feliz y dale gracias a quien bien te parezca por estar aquí cada día y tener todo lo que tienes! Sólo hay que ver un rato la tele para saber que eres una persona privilegiada, escribir aquí para recordar que hay niños que van a escuelas de barro y escriben en tablillas de arcilla todavía.... Y si por tus creencias o valores la Navidad es especial a pesar de los pesares, pues ¡viva la Navidad! y si la gente se hincha a comprar es porque quiere y puede... Me matan esos que quitan al ilusión a las fechas especiales y no dedican detalles a los demás con la excusa de que es el dia del Corte Inglés.. Claro! y de Apple, y de Movistar... son estos y todos los días... Cada uno se dedica a lo suyo... Lo bonito de la Navidad es precisamente su espíritu, lo triste.. que no lo llevemos puesto todos los días.. que sonriamos a la cuñada en Navidad, pero le lanzemos dagas envenenadas el resto del año... no, no, no, eso no se hace!! Hay que dar para recibir.. y lo facil es dar al que queremos, lo dificil es dar al que no aguantamos.. y ese es el verdadero amor... Así que, yo voto por dar sonrisas a diestro y siniestro ahora y todos los dias de año, felicitar, cantar, reir y amar... Es lo único que nos vamos a llevar, la amargura solo sirve para contaminar, la atmosfera, a nosotros mismos y todo a todo lo que nos rodea.

  • Pues si. la gente te desea Feliz Navidad, y de feliz no tiene mucho, ya no solo porque cada año falte más gente a la mesa, cosa de la vida, sino por la espiral de caos e incertidumbre que estamos viviendo. Prefiero desear un Propesro Año Nuevo a la gente, la felicidad es algo que vendrá de eso de la prosperidad, y no solo de la material, tmabién de la prosperidad moral, de la que cada vez vemos menos.
    Por eso,
    Prospero Año 2012 a tod@s!

  • querido pedro hasta el moño estoy yo de la jodia navidad,el año nuevo vale tine un pase,deseando que pasen estas fiestas dedicadas a llenar los bolsillos de los comerciantes.feliz año nuevo

  • Estimado Pedro,
    No voy a ser pesada y contarte mi vida, porque seguro que este comentarío acabaría siendo un libro aburrido:) solo quería comentar, que para mi la Navidad de este año será un tiempo de profunda reflexión y desde luego mucha muchísima tranquilidad.........
    Creo que a todos nos llega en la vida ese momento, en el que pararse a pensar en esta locura que nos rodea, en este sinfín de despropósitos del destino, que a veces no nos deja continuar, pero que, sin tener otro remedio, seguimos adelante......Felices ¿qué? Tienes razón.......Al final uno debe aprender ser feliz con lo que tiene y encontrar la capacidad de disfrutar de la vida dentro de sí mismo. La alegría, aunque estemos sumidos en un río de problemas, la encontraremos en nuestro interior. Si es que tenemos fuerza de mirar hacía dentro y sacar conclusiones, que para eso hay que tener mucha consciencia y sobre todo tener los ojos muy abiertos....... Y bueno, a veces uno saca esa alegría desde dentro teñida con la mismísima ironía de la vida. Uno de mis poetas dijo en una ocasión: hay un límite de desesperanza, tras el cual solo nos queda una tierna risa........
    Gracias por compartir con nosotros tu filosofía y mucho ánimo y tranquilidad para las fiestas por llegar
    Marta

    • Marta, muchas gracias por compartir tus palabras con nosotros. Comparto contigo que van a ser unos días de muchas reflexiones.

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Pedro Amador

Conferencista internacional considerado experto en felicidad y comunicación. Colabora numerosas veces en TV, radio o prensa y ha desarrollado la innovadora Tecnología de la Felicidad Happiness Play, basada en la Metodología Autocoaching, que empezando con la rueda de la vida te ayudará a gestionar la felicidad. Autor de cuatro libros, decenas de artículos y videos blogs. Profesor asociado en varias universidades.

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